Negociación encarrilada, pero pendiente de los nombres
Tras la tempestad, no llega la calma porque el tiempo apremia. De partida, disposición total a...
Tras la tempestad, no llega la calma porque el tiempo apremia. De partida, disposición total a alcanzar un acuerdo al que están abocados. Y tras varias conversaciones telefónicas, este domingo ya se han puesto a ello. La fecha límite, la segunda votación de investidura, el jueves, que es la que se da por hecha. La discreción, clave. Entre los pocos datos que han trascendido, los equipos negociadores: el del PSOE, encabezado por Carmen Calvo, Adriana Lastra y María José Montero; Irene Montero y Pablo Echenique por Unidas Podemos. Lo primero a cerrar, el programa. Lo más sencillo. Con el acuerdo de los frustrados Presupuestos Generales del Estado como referencia. Lo segundo, el reglamento, cómo funcionará la coalición. Y tras eso, el más difícil todavía, el reparto de carteras... y los nombres, Unidas Podemos prácticamente renuncia a ministerios de Estado para centrarse en la parte más social del Gobierno. Y aspira, mínimo, a 5 ó 6, vicepresidencia incluida. Los socialistas, insisten: No quieren imposiciones, la última palabra la tendrá Pedro Sánchez. Que se trata de "generar un Gobierno cohesionado y fuerte y para ello uno necesita tener afinidad con sus miembros". Domingo intenso en el que, a mediodía, ha empezado también la consulta exprés de Izquierda Unida a sus bases. Consulta que acaba este lunes a las diez de la noche, seguramente sin que el acuerdo esté cerrado. Así que Alberto Garzón y su equipo se guardan la potestad de saltarse el resultado de la votación si es positivo pero el pacto entienden que no tanto.