Narendra Modi: de un puesto de té al nacionalismo hindú
De orígenes humildes, el primer ministro indio impulsa reformas liberales para dinamizar la economía
Venciendo a sus orígenes humildes y a la división de castas que todavía impera en la India, Narendra Modi , el hijo de unos tenderos que empezó regentando un puesto callejero de té, dirige hoy el destino de la segunda nación más poblada del planeta. A sus 66 años, lleva tres como primer ministro de la India después de más de una década al mando del estado de Gujarat. Un cargo que le catapultó a la política nacional pese a que todavía le persigue el fantasma de los disturbios religiosos de 2002, que dejaron más de un millar de muertos en violentos enfrentamientos entre hindúes y musulmanes.
Modi, nacionalista hindú del conservador Partido Popular de la India (Bharatiya Janata), fue acusado entonces de tolerar e incluso alentar esta matanza de musulmanes, que fueron la mayoría de las víctimas. Pero su promesa de mejorar la economía, que se había estancado tras dos décadas de rápido crecimiento, pesó más que su discurso nacionalista en las elecciones celebradas en 2014, en las que su formación obtuvo la mayor victoria parlamentaria de las tres últimas décadas.
Con un programa claramente reformista, Modi lleva desde entonces intentando acelerar el lento paso del elefante indio, que es la segunda potencia emergente del planeta pero aún se encuentra a años luz del desarrollo que ha alcanzado China. Para ello, trata de captar inversiones extranjeras que modernicen las tercermundistas infraestructuras indias y se ha propuesto acabar con la burocracia y con la fragmentación de este gigantesco mercado, donde cada estado impone sus propias normas y tasas. A cambio de impulsar la economía con estas reformas liberales, sus detractores le acusan de haber reducido los gastos sociales y educativos, vitales en un país todavía muy atrasado.
Nacido el 17 de septiembre de 1950 en Vadnagar, en el estado de Gujarat, Narendra Modi es el mediano de seis hermanos y destacó siempre por su fuerte compromiso y social y brillante oratoria. Con estas armas se impuso a todos los obstáculos de su baja extracción social para estudiar política en la universidad y sigue luchando para seguir levantando al gigante indio.
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