Narbona admite el «lamentable» despilfarro de sus desaladoras
La exministra justifica el alto gasto en publicidad, incluido el reparto de 1 millón de botellas de agua en las playas, para neutralizar la campaña de acoso del PP
Cristina Narbona, presidenta del PSOE y exministra de Medio Ambiente con Rodríguez Zapatero , ha admitido hoy martes el despilfarro «lamentable» en las plantas desaladoras que ella impulsó en 2004, aunque ha negado irregularidades en Acuamed, la sociedad estatal de aguas investigada por la Justicia por supuestos contratos amañados que involucrarían a los socialistas valencianos. « Los sobrecostes son tan lamentables como en los que se haya podido dar en la Ciudad de la Justicia, en Tierra Mítica …», ha señalado Narbona, quien ha culpado directamente al PP de incrementar los gastos por su campaña de acoso contra las desaladoras.
Narbona ha comparecido en el Senado para responder a las preguntas del PP en la comisión que investiga la financiación irregular de los partidos. Los populares han tomado como base de su interrogatorio un informe del Tribunal de Cuentas que detecta ese sobrecoste de 214 millones en seis plantas desaladoras , lo que supuso hasta un 45% más. Aunque el interés se ha centrado en los contratos de publicidad asignados a la empresa Crespo Gomar, por varios ministerios socialistas, y que los jueces sitúan en el centro de una presunta trama de financiación ilegal del PSPV.
La exministra se ha desvinculado de esos contratos, que asignaron dos colaboradores suyos, y se ha limitado a afirmar que pasaron la auditoría de la intervención general y de la abogacía . A partir de ahí, ha justificado los contratos publicitarios, «un esfuerzo de comunicación» para contrarrestar el «alarmismo» que orquestó el PP contra el agua desalada. «Hubo amenazas, descalificaciones y trabas administrativas» que según Narbona explicarían el alto volumen de coste en publicidad, incluido el contrato para repartir 1 millón de botellines de agua por 1 millón de euros , que hoy publica ABC.
Según Narbona, la asociación de empresas relacionadas con el sector de la desalación, AEDyR, pidió ayuda a Aquamed para montar una campaña publicitaria que paliara la «alarma social y alarma empresarial» generada por el PP contra esas obras. Cada una aportaba fondos «voluntariamente», hasta 7 millones de euros en total . Aquamed entregó 200.000 euros. Según el PP, esas empresas pagaron «mordidas».
«Eso es una auténtica caja B, con mayúsculas», denunció Luis Aznar , que rechazó que las compañías pagaran «graciosamente» si una década después siguieron reclamando la devolución de un dinero por obras que no han sido todas proyectadas.
«Está poniendo en cuestión mi honestidad», replicó enojada Narbona. «No ha habido mordida ni caja B de la que pueda ser responsable y que atribuye a mi gestión», insistió añadiendo que cuando ha tenido cualquier «indicio» de que un colaborador suyo no actuaba de manera correcta, lo ha cesado.
Noticias relacionadas