La mortalidad al volante en jóvenes se ha reducido en un 41 por ciento en 10 años

A pesar de la pésima percepción que se tiene de ellos al volante,  los jóvenes no  son los que más corren, beben o los que más incumplen las normas. Su accidentalidad sigue siendo muy elevada, pero han aprendido situándose en un tramo de edad con los índices más bajos de siniestralidad grave. Lo asegura un informe elaborado por la Fundación Línea Directa. Tienen muchos accidentes aunque  la gran mayoría leves. Y su tasa de mortalidad ha bajado más de un 40 por ciento. Además conducir no es su forma principal de moverse, optan por transporte urbano o movilidad personal eléctrica. La mitad de los menores de 34 años ni siquiera tiene carnet. El peor tramo de edad de 30 a 44 años. Ellos si tienen y provocan los peores accidentes de tráfico.