Otegi destapa el plan del Gobierno para ganarse a Bildu

Moncloa precipitó desmarcarse de Ferraz tras saber que el líder abertzale había desvelado a los suyos que negociaban la liberación de los etarras

Dirigentes históricos de la izquierda abertzale celebraron ayer, a plena luz, en San Sebastián sus particular homenaje por el décimo aniversario del fin de ETA. Ellos, a la vista de todos. Las víctimas, en recintos cerrados Vídeo: ATLAS
Víctor Ruiz de Almirón

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El Gobierno preparó desde la tarde del lunes un cambio de estrategia en su discurso sobre las palabras de Otegi en la declaración de Aiete en la que, sin condenar a ETA, aseguró que el sufrimiento de las víctimas no debía haberse producido. Dos elementos forzaron el cambio en los socialistas, que habían arrancado el día mostrando su satisfacción por las palabras de Otegi. El primer detonante, por secuencia temporal, fue la reacción del PNV. Mucho más escéptica con Otegi que la del PSOE . El segundo elemento que motivó la nueva retórica fue primero la preocupación, y más tarde la certeza, de que el líder de Bildu se expresaría de forma muy distinta en un acto ante sus bases a cómo lo había hecho por la mañana.

Según desvelaba este miércoles El Correo, Otegi se manifestó así en Eibar en un acto con sus bases: «Tenemos 200 presos . Y tienen que salir de la cárcel. Y si para eso hay que votar los Presupuestos, los votaremos sin ningún problema. Así de alto y claro os lo decimos». No ha sido una sorpresa para el Gobierno. Fuentes del socialismo vasco aseguran que ya en la noche del lunes se tuvo conocimiento de que Otegi había participado en un acto con sus bases unas horas antes. Desde el Ejecutivo, un alto cargo consideraba en privado que evidentemente «no nos ha pillado por sorpresa» .

Además, lo que sí hacían desde el Gobierno en la misma noche del lunes era advertir de que el Ejecutivo iba a mostrar «otro tono» respecto del que había mostrado Patxi López en la sede de Ferraz. Y eso pese a que a día de hoy, incluso tras la confesión de Otegi a sus bases, desde la cúpula del PSOE consideran que es el antiguo lendakari «el que mejor explica el momento». ¿Por qué entonces endurecer el tono? En ese momento había una justificación sencilla: el comunicado del PNV sobre las palabras públicas de Otegi era mucho menos indulgente con el líder de Bildu que el PSOE . El Gobierno empieza, por tanto, a preparar un endurecimiento de su posición por los movimientos de los otros dos actores de la partida.

Existe desconfianza y diversidad de opiniones entre los socialistas sobre si Otegi provocó que esas declaraciones fuesen públicas o si se rectificó posteriormente al no saber que lo eran. El vídeo fue borrado de las redes sociales después de publicarse, según apuntaba ayer El Correo. ¿Posado o robado? «Es un robado como a un tonto» , clama con disgusto un dirigente socialista que interpreta que Otegi lo único que está haciendo es justificarse ante los suyos.

El volantazo del Gobierno es un intento de no quedar a merced del relato de EH Bildu sobre los peajes que pretende hacer pagar a Pedro Sánchez a cambio de un apoyo duradero y estable. Hasta el punto de garantizarle poder agotar esta legislatura y darle apoyo para la siguiente. Un plan a largo plazo con ramificaciones en la política vasca. El Gobierno intentó ayer zafarse por todos los medios del abrazo de Otegi. Fuentes del Ejecutivo aseguran que «la política penitenciaria no se puede condicionar al apoyo de los Presupuestos», y tratan de poner distancia asegurando que si van a ir por esa línea lo mejor es «que no los voten». Pero, a la vez, desde el Ejecutivo insisten en que Bildu «nunca» ha pedido nada sobre los presos en la negociación presupuestaria: «Jamás lo han hecho», dicen.

El Gobierno tiene margen para sacar adelante las cuentas sin el apoyo de Bildu. Y se puede permitir marcar ahora distancias y endurecer su posición negociadora: «Que no los voten», decía ayer un ministro en referencia a los Presupuestos. El Ejecutivo dice estar centrado en sus socios principales, en referencia a ERC y PNV. Con ellos en el voto afirmativo, la coalición llegaría a 174 diputados. Y la aprobación de los Presupuestos estaría garantizada ya que solo se necesitarían dos votos más de los grupos pequeños.

Desde el alto mando de Ferraz se reprochaba así a Otegi: « La mala suerte que tiene Otegi es que sus sueños no se cumplen nunca. Estamos en un Estado de Derecho y los presos salen cuando cumplen condena o los saca el juez, no ningún partido». Lo que se hace evidente es que la confesión de Otegi respecto a sus pretensiones para cobrar su apoyo al Gobierno han cambiado el relato y obligan al PSOE a un discurso muy diferente al que tenían al arrancar la semana.

Secuencia en tres actos

La secuencia de los acontecimientos dibuja a un Gobierno oscilando de la satisfacción a la desafección y la ansiedad. Tanto en el caso del País Vasco como en el de Cataluña, Sánchez necesita marcos e ideas fuerza que pueda controlar: reconciliación, futuro y unidad . Esos son los sintagmas en los que los socialistas se mueve con comodidad. El marco del perdón, aunque Otegi no pronunciase esa palabra, cumplía esa premisa para los socialistas. Pero todo se rompió. El lunes por la mañana, tras la declaración de Aiete, el PSOE apostaba por elevar la legitimidad de su posición sacando al ex lendakari Patxi López a valorar las palabras de Otegi . Él marcó el mensaje fuerza que los socialistas expandieron de forma unánime. « Un punto de inflexión », dijo el PSOE. López le dio gran trascendencia a ese mensaje: «Cuando uno sabe lo que cuesta dar un paso en ese mundo, pues valora este reconocimiento que era el que llevábamos años reclamando los demócratas». Pero es en la tarde del lunes suceden dos cosas sustanciales que obligarán al Gobierno a empezar a modular su postura desde el martes y hasta este miércoles.

La reacción del PNV aparece horas después que la del PSOE. Expresándose de forma mucho más crítica y escéptica respecto de las verdaderas intenciones de Bildu. Como telón de fondo de estas dos reacciones se encuentra la batalla de posiciones en la política vasca y la amenaza a la hegemonía del PNV que supondría un tripartito de izquierdas. Pero lo más relevante sucede un poco después. En Eibar, en ese acto con las bases.

Varias fuentes del Gobierno apuntan a que estaban «preparados para algo así» , aunque no de forma tan nítida ni inminente. Estas fuentes del Gobierno ven a Otegi hablando para su «parroquia» porque, para muchos, «pudo haberse pasado de frenada y ahora trata de rebajar ante los suyos». Pero desde luego no estaban preparados ni para la crudeza de las palabras de Otegi ni, especialmente, para la publicidad de las mismas. «Es una ocurrencia», dicen desde el Gobierno. « Lo están pasando un poco mal », corroboran desde una de las formaciones aliadas del Ejecutivo en el parlamento.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación