Mireia Pujol alega confianza en su familia al aceptar el dinero de Andorra
La hija de Jordi Pujol achaca a los gestores del banco el crecimiento de sus fondos
Mireia Pujol se fió de su familia al aceptar en 1992, cuando tenía 23 años, su porción de la fortuna familiar, el supuesto legado del abuelo Florenci, y se desentendió del dinero hasta 2010, dieciocho años después. Así lo ha explicado la hija del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol al juez, ante quien ha declarado este martes como imputada por un delito de blanqueo de capitales. Mireia, alejada del perfil habitual de los hijos de Jordi Pujol, ha responsabilizado del crecimiento del dinero que ocultó en Andorra a los gestores de los bancos, según han informado fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio en la Audiencia Nacional.
La hija del «expresident» tampoco ha sido capaz de explicar el origen del dinero familiar, después de que el juez le insistiera en la justificación del supuesto legado, del que no existe soporte documental. Fuentes jurídicas informaron que el juez José de la Mata , muy inquisitivo, cuestionó a la imputada por qué no dan nombres de los gestores de la herencia, dónde estaba el legado y por qué no lo trajeron a España.
La imputada, que ha declarado durante algo más de una hora, ha asegurado que no tocó el dinero guardado entre 1992 y 2010 en el banco andorrano Andbank, unos fondos que le repartió su hermano mayor, Jordi Pujol Ferrusola , considerado el repartidor del dinero familiar y apodado como «Junior». Esos fondos, que en un principio sumaban una porción de 62 millones de pesetas para cada hermanos, acabaron sumando 126 millones de pesetas en el año 2000, después de varios ingresos. A partir de entonces, el dinero de Mireia solo creció gracias a los rendimientos propios de la gestión interna del banco, informaron fuentes jurídicas, que precisaron que esa actividad generó 102 millones de pesetas más.
Durante todos esos años, Mireia, que de joven se dedicó a ser bailarina y vivió en diferentes lugares de Europa como en París, Madrid o Suecia, la hija de Jordi Pujol se olvidó del dinero. Algo cambió en 2010, cuando comenzó a sacar algunos fondos, una vez que el dinero ya estaba depositado en BPA. Todos los hermanos del clan se llevaron a esta entidad su dinero, a sugerencia del hermano mayor, «Junior». En BPA, llegó a tener 1,7 millones de euros, hasta que en julio de 2014 regularizó sus fondos, después de la confesión de su padre, que reveló que había ocultado una fortuna en Andorra durante 34 años.
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