Meritxell Batet, la vía catalana de Sánchez
La actual ministra de Administraciones Públicas fue fiel al secretario general del PSOE en su defensa del «no es no» ante la investidura de Mariano Rajoy
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La nueva ministra de Administraciones Públicas, Meritxell Batet , ha sido uno de los mayores apoyos de Pedro Sánchez desde que este llegó a la secretaría general del PSOE. Durante la crisis interna que vivieron recientemente los socialistas por la abstención para facilitar la investidura de Mariano Rajoy, Batet fue una de las defensoras del «no es no» que predicaba el secretario general, y de las diputadas que votó «no» en el Congreso, pese a la decisión del Comité federal de facilitar la llegada a la presidencia del líder del PP.
Nació en Barcelona en 1973. Hija de padres separados, Batet estudió Derecho con becas mientras trabajaba de camarera en varios bares de copas de la ciudad condal. Ese dinero fue el único que entró en su casa durante una temporada, con él vivían también sus padres. En 1995 acabó la carrera y se quedó en la Universidad Pompeu Fabra haciendo cursos de doctorado y dedicándose a la enseñanza como profesora asociada de Derecho Constitucional.
Dirigió la Fundación Carles Pi i Sunyer de Estudios Autonómicos y Locales. En 2004 fue elegida diputada por el PSC de Barcelona en el Congreso de los Diputados, y desde entonces ha compaginado su posición como parlamentaria con varios cargos en el partido. En el Congreso del PSOE de julio de 2014 apoyó la candidatura a la secretaría general de Eduardo Madina . Sin embargo, y tras la victoria de Pedro Sánchez, éste la integró en su nueva ejecutiva federal como secretaria de Estudios y Programas . Y en noviembre, le encargó la coordinación del programa electoral del partido para las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015.
En 2016, tras los comicios, pasó a formar parte del equipo negociador de Pedro Sánchez para tratar de conseguir la investidura del socialista como presidente del Gobierno. Una vez celebrada la repetición de als elecciones y tras su negativa a adoptar la decisión tomada por el Comité federal de facilitar una investidura de Rajoy, fue apartada de la dirección del partido, aunque regresó a ella en esta segunda etapa del actual secretario general, como adjunta a la secretaría general y portavoz adjunta.
Además, desde octubre de 2017 es una de la integrantes de la comisión no permanente para la modernización del Estado autonómico , que comenzó sus trabajos al mes siguiente y de la que solo formaron parte PP, PSOE, Ciudadanos y una parte de del grupo mixto, por la negativa a participar del resto de las formaciones.
Tal y como contaron sus amigos cercanos en un reportaje de «La Vanguardia», Batet es de las que escucha y busca soluciones. Es una apasionada de la danza clásica y contemporánea, que le han inculcado valores y costumbres tan importantes como la constancia y el esfuerzo por el trabajo. Por eso, nunca se ha visto liderando una formación política, aunque siempre trabaja para que todo funcione y dicen quienes la conocen que piensa más en intereses comunes que en los suyos propios.
Batet estuvo casada desde 2005 con José María Lassalle , diputado del PP y ex secretario de Estado de Cultura, y de quien se separó. Tiene dos hijas mellizas, Adriana y Valeria.