Un menor entra en el complejo policial de Canillas, roba dos pistolas y es detenido horas después en una trifulca
Saltó uno de los muros laterales del recinto sin ser visto, entró en una dependencia de la Policía Judicial y abrió unas taquillas donde encontró las armas; tras apoderarse de ellas, volvió a salir sin que nadie le detectara
Si a la Reina Isabel se le coló un individuo en su dormitorio del Palacio de Buckingham el 9 de julio de 1982, el domingo pasado un chaval de 17 años irrumpió en el complejo policial de Canillas, en Madrid, el mayor de España, tras saltar uno de los muros laterales del recinto sin que nadie se apercibiera de ello. Luego, entró en unas dependencias, abrió varias taquillas y se apoderó de dos armas, para finalmente volver a marcharse por donde había entrado. El suceso no tuvo más consecuencias porque el implicado fue detenido horas más tarde y las pistolas, reglamentarias, fueron recuperadas; pero el fallo de seguridad es importante y se ha abierto la investigación oportuna para depurar responsabilidades.
Según las fuentes consultadas por ABC, el menor, español de origen marroquí , problemente ni siquiera tuviera muy claro dónde se metía ni el peligro que corría, porque si llega a ser detectado dentro del complejo y armado la actuación policial, forzosamente, hubiera sido contundente. Pero no fue visto por nadie, a pesar de que se trata de un recinto en el que hay numerosas cámaras de seguridad que son visionadas desde un cuarto de monitores.
El asalto, según se ha podido reconstruir a posteriori, se produjo a primera hora de la mañana del domingo . El menor saltó uno de los muros laterales, en la zona de la piscina, y comenzó a deambular por el complejo, semivacío a esos horas de un domingo, dando la impresión además de que no estaba en plenitud de sus facultades físicas, dado que en ocasiones parecía que le costaba mantener la verticalidad.
Por supuesto no había plan preconcebido, sino que simplemente se le ocurrió hacer la 'machada'. El caso es que entre el turno de agentes de vigilancia hubo un exceso de confianza porque en ningún momento se detectó al intruso. El chaval vio que podía abrir una puerta de unas dependencias de Policía Judicial y luego decidió forzar unas taquillas para robar algo... Encontró dos pistolas reglamentarias, de las que se apoderó. Luego salió del edificio y con la misma tranquilidad enfiló la misma zona del muro por la que había entrado, para volver a saltarlo. De nuevo, sin que nadie lo detectase.
Pasaron varias horas sin que el servicio de seguridad de Canillas se percatase de lo que había sucedido. Es más; solo se enteraron horas después, de una forma rocambolesca. A las tres de la tarde unos vecinos de Villa de Vallecas alertaron a la Policía de que se estaba produciendo un incidente. Personada la dotación, comenzó a identificar a los implicados. Y saltó la sorpresa; uno de ellos, un menor, tenía en su poder una pistola de una marca y modelo muy familiar para cualquier agente, pues era como la que ellos utilizan. Luego se localizó la segunda pistola.
De inmediato se hicieron las comprobaciones con el número de serie del arma: pertenecía a una agente Policía Judicial destinada en Canillas. Cuando se la llamó por teléfono explicó que ella la tenía en su taquilla y que no se la había llevado a casa . El estupor, en ese momento, fue en aumento, más al informar de estos hechos a los responsables de la seguridad del complejo.
Analizadas las cámaras de seguridad , y personados en las dependencias donde estaban las taquillas, se comprobó que la agente decía la verdad. En las imágenes se veía con nitidez cómo el chico accedía al recinto y salía luego de él con pasmosa facilidad.
A pesar de la gravedad de lo ocurrido ha habido suerte y todo ha quedado en un clamoroso fallo de seguridad . «No ha pasado nada al final, pero imaginemos que el chico dispara en algún momento ese arma y mata a una persona», explican gráficamente las fuentes consultadas, que prevén consecuencias por este error. «Ha habido exceso de confianza por parte de alguien siempre creemos que nunca pasa nada, pero a veces ocurren estas cosas y hay que estar alerta», añaden.
El complejo policial de Canillas, probablemente el mayor de España, acoge muchos de los servicios centrales de la Policía -Información, Policía Judicial y Científica, entre otros organismos están allí- , lo que le hace ser una instalación especialmente sensible.
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