Un matrimonio de Arganda al mando del criadero de chihuahuas maltratados
Un zulo hermético bajo tierra en un chalet de Arganda. Dividido en tres estancias para que se...
Un zulo hermético bajo tierra en un chalet de Arganda. Dividido en tres estancias para que se aparearan, para cría, y para venta. En jaulas oxidadas, sin salir. Los canes tenían problemas articulares, quistes en los ovarios, amputaciones y enfermedades de la piel. Los que fallecían los tiraban a la basura, la policía encontró a dos muertos, congelados. Las 80 parejas dedicadas a la cría de chihuahua y pomerania tenían las cuerdas vocales cortadas para atenuar los ladridos y no levantar sospechas. El resto de perros, los recién nacidos, sí estaban cuidados porque iban a ser expuestos y vendidos con rapidez. El matrimonio llevaba operando ilegalmente desde 1990 y cobraban desde 1500 euros hasta 3000 euros por perro. Se les calculan beneficios de 2 millones de e euros. Para que tuviera papeles en regla dos veterinarios proporcionaban chips y cartillas selladas en blanco. Se anunciaban en internet y sus clientes ganaban incluso torneos. Se habían convertido en los mayores distribuidores de Europa de chihuahuas.