De las mascarillas defectuosas a los test inservibles

Las licitaciones de material sanitario han sido una fuente de problemas para el Ministerio de Illa

Sánchez e Illa, en una visita a una fábrica durante el estado de alarma EFE

E. Delgado

Los contratos de material sanitario suscritos por el Ministerio de Sanidad desde que estalló la crisis de coronavirus en España y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decretó el estado de alarma, han estado siempre bajo la lupa. Material defectuoso, acuerdos con proveedores de dudosa solvencia, contratos rotos después de ser otorgados o sobrecostes en los pagos han sido los principales puntos débiles de Sanidad en este sentido.

Uno de los primeros escándalos relacionados con material sanitario que no cumplía los criterios de calidad mínimos exigidos para ser útil durante la pandemia fue el de los test adquiridos por Sanidad de la marca Shenzen Bioeasy Biotechonology. El gabinete dirigido por Salvador Illa cerró la compra de estos test de diagnóstico a través de un intermediario, Interpharma, con quien suscribió un contrato por valor de 17 millones de euros que tuvo que romper una vez que se comprobó que el producto no era eficaz. En este caso, además, el Ministerio pagó un elevado sobreprecio por los productos.

Más adelante, Sanidad se topó con otra compra de material sanitario en mal estado. Fueron varios lotes de mascarillas de la firma Garry Galaxy, que se repartieron entre las distintas comunidades autónomas para que, a su vez, las dispensaran a sus profesionales médicos. Tras el reparto, llegaron las quejas. Existía la sospecha de que varias partidas eran defectuosas, algo que confirmó un examen posterior del material. No obstante, hubo sanitarios que se contagiaron tras usarlas pensando que eran mascarillas solventes y decenas de profesionales del sistema de salud tuvieron que ser aislados en prevención de haberse infectado. El Ministerio exigió al proveedor de estas mascarillas, una firma intermediaria chino llamado Hangzhou Ruining Trading, que repusiera el material defectuoso.

Proveedores dudosos

Sin embargo, Sanidad no rompió el resto de contratos suscritos con esta firma, que solía pedir al menos el pago por adelantado de una parte de la mercancía, y que fueron tres por valor de 116 millones de euros. Uno de ellos, además, se refería a la compra de unos test rápidos de diagnóstico que estaban siendo objeto de polémica y cuestionados seriamente en otros países, como la India o Reino Unido.

Además, el Ministerio también selló acuerdos para la compra de material sanitario con empresas que no tenían experiencia demostrada a la hora de acometer compras de semejante entidad en el mercado sanitario.. Un ejemplo es el de Value&Bro S.L, una asesoría jurídica que amplió sus actividades y que recibió un contrato por valor de 4,2 millones de euros de Sanidad a cambio de conseguir una partida de 700.000 hisopos para la detección del coronavirus en los hospitales.

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