Más de 33.200 personas llegan a España en patera en lo que va de año, casi el triple que en 2017
Los datos recopilados por el Ministerio del Interior reflejan que un total de 1.305 embarcaciones ilegales han arribado a la línea costera española, frente a las 669 que lo hicieron el año pasado
Un total de 33.215 inmigrantes han alcanzado las costas españolas a bordo de pateras en lo que va de año, lo que supone un aumento del 189,7% con respecto a 2017, cuando, en las mismas fechas, la cifra ascendía a 11.464 personas. De estos datos se extrae que, prácticamente, la inmigración por mar triplica a la del año pasado.
En el informe quincenal sobre inmigración irregular lanzado por el Ministerio del Interior el pasado 15 de septiembre , se recoge que estas 33.215 personas han llegado tanto a las costas peninsulares y de las Islas Baleares (31.822) como a las de Canarias (611), Ceuta (273) y Melilla (509) en un total de 1.305 embarcaciones; un 95,1% más que en 2017: el año pasado, a lo largo del mismo periodo, fueron 669 las pateras que arribaron a la línea costera española.
Por otra parte, el aumento del número de inmigrantes que han llegado a España por vía terrestre no ha sido tan notable: 1.525 asaltaron la valla de Ceuta, mientras que 3.239 entraron atravesando la de Melilla. La suma da un total de 4.764 peronas, frente a las 4.626 del año pasado.
Los datos recopilados por Interior desvelan, por tanto, que un total de 37.979 inmigrantes han llegado a España manera irregular –tanto por vía marítima como por terrestre–, frente a los 16.090 que lo hicieron en 2017; el incremento que se ha producido ha sido, por consiguiente, del 136%.
Última escena de alarma
En vista de estos datos la presión migratoria en el Mediterráneo ha crecido en 2018. El último episodio de alarma se ha vivido este mismo martes, cuando una unidad de la Marina Real marroquí abrió fuego contra una patera tripulada por un ciudadano español, lo que causó cuatro heridos, según un comunicado del ministerio del Interior marroquí.
La versión oficial explica que la embarcación, conducida por un español, transportaba emigrantes ilegales y se encontraba «en situación sospechosa» en aguas del Mediterráneo cerca de Tetuán, y recibió orden de parar, pero al desobedecer, la Marina «se vio obligada a abrir fuego».
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