Marlaska ordena el acercamiento de otro preso de ETA, de cuyo arrepentimiento duda la AVT

El Ministerio del Interior ha ordenado el traslado de la cárcel de Castellón II a la de Logroño del preso etarra Jagoba Codo Callejo, que cumple una condena de 22 años por depósito de armas y pertenencia a banda armada, a la que renunció por escrito hace un año y medio. No tiene delitos de sangre. Según informa la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, la Junta de Tratamiento de la cárcel de Castellón II propuso en septiembre este traslado a otra cárcel más próxima a su familia.

No obstante, la AVT ha emitido un comunicado en el que recuerda que, en 2017 Instituciones Penitenciarias se opuso a la progresión a segundo grado de Codo Callejo porque «el reconocimiento del dolor ajeno y la renuncia a la acción violenta que ha expresado el preso se hace de forma retórica y buscando justificar su responsabilidad ». Tras recurrir la denegación, el Juez de Vigilancia Penitenciaria finalmente se la concedió, pero reconoció que «es cierto que el escrito del interno guarda cierta equidistancia con las víctimas, a las que ni si quiera menciona».

«Esto es un ejemplo claro de que la mera firma de una carta tipo no es suficiente para valorar un pronóstico favorable de reinserción ni un arrepentimiento sincero, por ello reclamamos que se les exija repudiar la actividad terrorista de ETA y colaborar con la justicia», exige la AVT.

Se trata del tercer acercamiento de presos de ETA a cárceles más próximas al País Vasco después de que en septiembre Interior ordenara el traslado a la cárcel de Zuera (Zaragoza) de Kepa Arronategi Azurmendi, uno de los condenados por intentar matar al rey Juan Carlos, y a Logroño el de Marta Igarriz Iceta, miembro del comando Donosti.