Marlaska niega que el acercamiento de presos de ETA responda a ningún «pacto o pago»
El PP insta al ministro a no «mancharse las manos con decisiones que ofenden a los españoles»
«No hay ningún tipo de pacto, de pago, no hay nada de eso y el que crea que este ministro hubiera ocupado el cargo de ser así, está equivocado». Con estas palabras, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska , se ha defendido hoy miércoles en su primera comparecencia ante la comisión parlamentaria de Interior de las acusaciones que apuntan a que el Gobierno de Pedro Sánchez accede al acercamiento de presos de ETA al País Vasco como parte de las hipotecas contraídas con las fuerzas nacionalistas que apoyaron la moción de censura que le aupó hasta La Moncloa.
En respuesta a los reproches recibidos fundamentalmente de parte del portavoz de Ciudadanos y del PP, Marlaska ha reiterado una vez más que los movimientos de reclusos etarras serán individualizados, que se están estudiando los indicadores que se aplicarán y que la decisión final será «tratamiento penitenciario» y no «beneficio penitenciario».
El ministro se ha remitido a su «historia de muchos años en lucha contra el terrorismo» y de apoyo a las víctimas para reivindicarse: «Yo se dónde estoy, porque lo he estado siempre». Lo ha hecho después de que el diputado popular Martín Toledano le instara a no «mancharse las manos con decisiones políticas que ofenden a la mayoría de los españoles», en alusión al acercamiento de los presos de ETA, pero también de los del «proces», cuya llegada a cárceles catalanas está prevista para hoy mismo.
En respuesta a los grupos parlamentarios, Marlaska ha hecho también la reflexión con respecto a los etarras de que en 2018 «estamos en otra realidad, con ETA disuelta, y disuelta por nosotros», ha recordado que el mayor acercamiento al País Vasco de estos reclusos se hizo en los años 1996-97 y, ante las referencias de algunos portavoces a la Vía Nanclares, ha sentenciado que «desde 2012 se paralizó, incluso se boicoteó».
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