Margarita Robles defiende a las Fuerzas Armadas frente a los «prejuicios» nacionalistas
La ministra de Exteriores vuelve a desautorizar a Zapatero y dice que las elecciones venezolanas no cumplen «con los mínimos estándares democráticos»
Sin complejos y sin la flaqueza que asoma en algunos integrantes del actual Consejo de Ministros, la titular de Defensa , la socialista Margarita Robles , ha protagonizado esta tarde una firme defensa de los 120.000 militares que desempeñan su labor en las Fuerzas Armadas .
En la sesión de control del Congreso al Gobierno , celebrada por la tarde tras siete horas de debate por la comparecencia de Pedro Sánchez a cuenta del estado de alarma y de los últimos Consejos Europeos , el PNV ha aprovechado el polémico chat de militares retirados para sembrar la sospecha sobre todo el Ejército.
«¿Qué piensa hacer para eliminar los posibles focos de ideología totalitaria en el Ejército español?», le ha cuestionado el diputado nacionalista Joseba Agirretxea a la ministra de Defensa. Lejos de entrar en su marco, en el que el parlamentario del PNV ha hablado de «pronunciamientos militares antidemocráticos», Robles ha rechazado que la controvertida conversación por WhatsApp sea representativa «del Ejército actual».
La ministra ha hecho suyas las palabras del jefe de Estado Mayor de la Defensa ( JEMAD ), el general Miguel Ángel Villarroya , y ha garantizado que el Ejército lo componen «120.000 hombres y mujeres perfectamente sujetos a la democracia española».
Una respuesta decepcionante para el nacionalismo y para muchos de los socios del Gobierno de coalición, como ha remarcado Agirretxea en su contrarréplica. «Debería ser la primera en tomar cartas en el asunto», ha espetado el diputado vasco a la ministra, a quien ha instado a combatir «el mínimo resquicio de ideología franquista» en las Fuerzas Armadas. Robles, de nuevo, le ha acusado de referirse al pasado y de utilizar un chat de militares retirados para arremeter contra 120.000 profesionales que velan por la seguridad de los españoles.
La Fiscalía ya analiza los mensajes
En las conversaciones salidas a la luz, los militares retirados hablaban de «fusilar a 26 millones de españoles» y se mostraban partidarios de una intervención armada para derrocar al Gobierno. Algunos de ellos dirigieron cartas al Rey para trasladarle su preocupación por la actuación del Ejecutivo. El Ministerio de Defensa ya trasladó a la Fiscalía el chat para que investigue la posible comisión de delitos, como ha recordado Robles, pero la ministra ha evitado mezclar ese asunto con el actual desempeño de las Fuerzas Armadas.
«Estos señores se permiten enviar cartas al Rey exigiéndole que actúe antidemocráticamente... No ha habido respuesta contundente. El silencio impera. Los que hoy participan en chats, ayer eran parte activa del Ejército. En sus manos está investigar, detectar y erradicar», ha sentenciado Agirretxea.
Pero Robles, que no estaba dispuesta a cruzarse de brazos, ha señalado que ella es la primera en poner en conocimiento del Ministerio Fiscal posibles «hechos delictivos», pero que no aceptará que «los prejuicios de algunos» contaminen la labor de profesionales cuya retribución, ha recordado, está muy por debajo de la de sus señorías del Congreso.
Así, la ministra ha destacado el papel fundamental del Ejército durante la pandemia del coronavirus , con la Operación Balmis , la desinfección de residencias de ancianos o la ayuda en el rastreo de contagiados. «Los prejuicios no son buenos para la salud. No es necesario demostrar que se es más nacionalista que nadie. Acompáñeme a la OTAN, a la Unión Europea, y conozca lo que son las Fuerzas Armadas españolas», ha culminado Robles.
Una sesión repetitiva
En el tono general de una sesión de control marcada de nuevo por los reproches, la suya ha sido la intervención más destacada junto a la de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya , quien ha vuelto a desautorizar al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero , partidario de reconocer las elecciones venezolanas en las que no ha participado la oposición democrática.
Antes, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo , se ha defendido a duras penas de las reprimendas de Cuca Gamarra (PP), Iván Espinosa de los Monteros (Vox) y Edmundo Bal (Ciudadanos). También para despedir el año, en la que es la última sesión de control al Gobierno en el Congreso, han disputado su habitual duelo dialéctico el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias , y el número dos de los populares, Teodoro García Egea .
González Laya, lejos de Zapatero
Sus palabras, no obstante, han sido un eco del largo debate librado antes por los primeros espadas de sus respectivos partidos, durante la comparecencia de Sánchez. La diputada de Vox Mireia Borrás ha preguntado a la ministra de Exteriores por la posición del Gobierno ante las elecciones venezolanas , tachadas de farsa por la oposición al régimen de Nicolás Maduro .
La intención de Vox era que respondiese el vicepresidente Iglesias por sus vínculos emocionales del pasado con el chavismo, pero el Ejecutivo le ha reservado la respuesta a González Laya. De nuevo, se ha desmarcado de las posiciones defendidas por Zapatero sin mencionarlo explícitamente y ha cerrado filas con los otros veintiséis Estados miembros de la Unión Europea (UE).
«Los veintisiete Estados miembros de la UE han tenido la misma postura: no reconocer las recientes elecciones, porque no cumplen con los mínimos estándares democráticos. Debe ser que en la UE hay 27 gobiernos socialcomunistas. A este Gobierno le preocupa enormemente la situación humanitaria en Venezuela», ha asegurado la titular de Exteriores, alejada de las tesis del expresidente socialista.
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