Manuel Muñiz: «Aceptaremos a todos los viajeros que hayan recibido la vacuna»

Tras crear el Observatorio Covid Internacional –desde donde recogieron las mejores prácticas en la gestión de la pandemia a nivel global– y formar parte del comité de expertos que pensó las fases para salir del confinamiento –«fuimos el primer país en diseñar e implementar un plan de desescalada desde cero», destaca–, trabajó en las negociaciones europeas para el marco financiero plurianual y la aprobación de los fondos Next Generation , de los que saca pecho y dice que fueron una idea de España.

Se ha centrado de nuevo en la movilidad, en la lista de países seguros.

Reino Unido y Japón han entrado con Israel, Irlanda, Australia, Nueva Zelanda, Ruanda, Singapur, Corea del Sur, Tailandia y China. A partir de ahora a los viajeros de estos países no les pediremos requisitos de entrada a España. Esto es posible porque se ha revisado la recomendación 912 de la UE, que es la que hemos negociado en Bruselas. Que Reino Unido esté en la lista es vital para nosotros.

¿También se aceptará a todos los viajeros vacunados, independientemente del país que vengan?

Sí, a ellos y a sus familiares. A partir del 7 de junio aceptaremos a todos los que hayan recibido la pauta completa, siempre que las vacunas hayan sido autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento o por la Organización Mundial de la Salud. Si vienen con menores que no han sido vacunados, estos también podrán entrar con una PCR negativa.

Se ha aprobado el Certificado Verde UE Covid. ¿Es lo mismo que el pasaporte Covid?

Decidimos no llamarlo pasaporte para que no parezca discriminatorio. Se trata de un certificado, no de un documento que te da o te priva del derecho a viajar. Es un código QR con el que la gente podrá demostrar en la frontera que ha sido vacunada y se les eximirá de presentar una PCR negativa. Es una herramienta que facilitará la movilidad. Estará en marcha en julio. Estas medidas producirán un marco de movilidad más amplio y garantista.

¿Qué retos hay por delante en materia económica?

Debemos recuperar la senda de crecimiento. Los fondos Next Generation –de los que nos corresponden 140.000 millones de euros–, los marcos financieros, el crecimiento económico global que se producirá tras la pandemia y el empuje sobre nuestra economía, y a nivel global, de la política económica y monetaria americana, son motivos para ser optimistas.

Sobre Biden, ¿qué supone para España su llegada a la Casa Blanca?

Con él se abre una ventana para una agenda transatlántica renovada y reforzada. Ha mostrado un compromiso clarísimo por avanzar en el modelo democrático y sus valores y en los derechos humanos. Esto para nosotros es vital como país y es nuestra primera prioridad en acción exterior. El alineamiento en eso es importante. El segundo gran eje es el multilateralismo. Desde que llegó a la presidencia Biden ha retornado a EE.UU. a la membresía del Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático. Ha vuelto a la Organización Mundial de la Salud como miembro de pleno derecho. Están en proceso de volver a unirse al tratado nuclear con Irán... Las señales son de clara revitalización del multilateralismo. No podemos más que celebrarlo.

Parece que todavía no ha llamado al presidente Pedro Sánchez.

La realidad es que el presidente Biden ha hecho muy pocas llamadas. A presidentes de gobierno han sido contadas y por motivos muy tasados. Con España los contactos han sido prácticamente a todos los niveles. Mi lectura es que el presidente Biden está centrado en darle la vuelta a la política nacional y en la pandemia.

¿Qué importancia tienen las bases de Morón y Rota en esa relación?

Tenemos las bases más significativas de EE.UU. en esta parte del mundo. Nuestra alianza tiene pocos competidores. Estamos absolutamente en la primera división en términos de la relación bilateral de seguridad.

En España Global trabajan en tres direcciones: la estratégica, la diplomacia económica y la comunicación. ¿Cómo se mantiene la imagen de España en el exterior?

Los estudios muestran que la imagen de España es muy buena, de las mejores del mundo en prácticamente todas las categorías: capacidad de acogida, cultura, empresas, oportunidad económica, seguridad… estos factores juegan a favor de nuestra imagen internacional. Aparecemos detrás de Alemania, pero por delante de Francia, Italia y Reino Unido. En un año normal tenemos más de 80 millones de visitantes, lo que significa 700 u 800 millones de visitantes en una década. Es gente que tiene una idea muy personal y concreta del país y eso hace que la imagen sea estable.

¿Cómo se construye?

A través de un liderazgo internacional en temas importantes. Que España sea capaz de dirigir el debate sobre el multilateralismo, la gestión de la pandemia y las vacunas, que sea uno de los países que defiende, por ejemplo, la creación de un fondo de recuperación –los Next Generation–, es una cuestión importante que contribuye a la imagen del país. Lo mismo ocurre con el certificado verde digital: que sea una de las herramientas más importantes de recuperación económica de cara al verano por su efecto en la movilidad es motivo de orgullo. Todo esto hace marca, hace reputación de país. También influye la huella empresarial que tiene España por el mundo.