Luzón, un hombre de Anticorrupción, dirigirá esa fiscalía
El fracaso de un fiscal inexperto en ese campo como Moix lleva a Maza a cambiar de criterio
Alejandro Luzón, actual jefe de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado, será el nuevo jefe de Anticorrupción. El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, hará esa proposición al Gobierno después de que ayer el Consejo Fiscal apoyara de forma mayoritaria a este candidato entre los seis que se habían presentado.
En concreto, fue votado por los seis vocales adscritos a la Asociación de Fiscales , a la que pertenece Luzón, y por dos de los tres miembros natos del consejo: el teniente fiscal del Tribunal Supremo, Luis Navajas, y el responsable de la Inspección, Fausto Cartagena. Esos ocho votos son mayoría en el organismo consultivo, formado por doce personas. Los tres de la Unión Progresista de Fiscales fueron a parar a Pedro Crespo, fiscal jefe de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo.
Alejandro Luzón, de 53 años, sucederá en el cargo a Manuel Moix , que estuvo al frente de la Fiscalía Anticorrupción y contra el Crimen Organizado un tiempo muy breve, 87 días, pero que fueron los más convulsos desde la creación de la misma. En el caso de Moix, según se explicó entonces, se buscó un fiscal de fuera para que cambiara las dinámicas de funcionamiento de esa Fiscalía Especial; por tanto, el nombramiento de Luzón, un hombre de la Casa, supone un giro radical en lo que respecta a ese criterio.
Todas las fuentes de la Fiscalía consultadas por ABC coincidieron en que Luzón es el hombre adecuado para superar esa etapa de Moix marcada por los enfrentamientos. De hecho, se trata de un fiscal muy apreciado por sus compañeros, independientemente de que uno sea más o menos afín a él. Y tiene otra ventaja indudable: conoce a la perfección Anticorrupción , donde ha trabajado desde su fundación, en 1995, hasta que la entonces fiscal general, Consuelo Madrigal, le eligió como jefe de la Secretaría Técnica, un cargo de máxima confianza.
Precisamente, Consuelo Madrigal había apostado de forma decidida por Luzón para que sustituyera a Antonio Salinas en Anticorrupción, y ese criterio firme, en contra del nombramiento de Manuel Moix que ya había decidido el Gobierno, fue una de las principales razones para que no continuara en el cargo.
Alejandro Luzón, que tal como adelantó ABC al día siguiente de la dimisión de Moix era el aspirante con más posibilidades de ser elegido, ya había presentado su candidatura la vez anterior. Entonces fue apoyado por los vocales de la Unión Progresista de Fiscales, pero curiosamente sus compañeros de la Asociación de Fiscales, a la que como ya se ha dicho pertenece, optaron por Moix, que fue finalmente el elegido.
El nombramiento de Alejandro Luzón ha sido acogido con alivio entre los fiscales Anticorrupción, que ante la mala experiencia anterior preferían que el elegido fuera una persona de la Casa. La razón es que consideran que muchos de los problemas que hubo con Moix estuvieron provocados por la falta de experiencia de éste en asuntos de Anticorrupción, lo que le llevaba a adoptar decisiones cuando menos discutibles.
Hay que recordar en este sentido que no se trató de un problema de unos pocos fiscales con Moix, sino que la totalidad de ellos apoyaron a los compañeros que tuvieron encontronazos con el que entonces era su jefe.
En el caso de Luzón no parece que se vaya a reproducir la situación, porque su experiencia en estos temas es enorme. Así, ha llevado asuntos tan delicados como el de Bankia, el de las tarjetas black o de Afinsa y también investigó los Fondos Reservados o acusó en su momento a Luis Roldán o a César Alierta en el caso Tabacalera. «Sabe soportar las presiones, y ya lo ha demostrado con creces -dicen las fuentes consultadas-. Y además tiene facilidad para las relaciones, lo que en su cargo es clave porque tendrá que tratar con políticos de todo signo».
En cuanto a su programa, entre sus prioridades está la de ordenar los procedimientos de las cajas y entidades bancarias y potenciar la Unidad Adscrita de la Agencia Tributaria. Precisamente Luzón tiene mucha experiencia en la coordinación de Anticorrupción con las unidades adscritas, que tienen un papel clave en el trabajo de esa fiscalía especial.
Asimismo, el nuevo jefe Anticorrupción está preocupado por la gestión de los procedimientos, que considera que en ocasiones se prolongan demasiado. En este sentido tiene intención de agilizar la instrucción del caso Púnica , de modo que pueda enjuiciarse en no demasiado tiempo alguna de sus piezas, y agilizará en lo posible el caso Lezo, si bien éste acaba de comenzar a andar.
Además, tendrá que decidir en breve si mantiene el criterio de su antecesor de dar el caso del 3 por ciento a los fiscales Anticorrupción de Barcelona o conserva a los que llevan el asunto desde el primer momento, tal como piden éstos. En principio, la segunda posibilidad es la que parece más probable. En estos momentos, todo apunta a que el nombramiento del Gobierno puede hacerse efectivo en el Consejo de Ministros de mañana viernes.
Alejandro Luzón ingresó en la carrera en 1989 y tiene veinte años de experiencia en la Fiscalía Anticorrupción y contra el Crimen Organizado, en la que estuvo destinado hasta 2015. Ese año fue nombrado jefe de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado. Su primer destino fue la Audiencia Provincial de Toledo y luego pasó también por Tribunal Superior de Justicia de Madrid, desde donde dio el salto a la Fiscalía Especial de la que ahora se hace cargo.
Hijo y hermano de fiscales –su padre, José María Luzón, llegó a ser teniente fiscal del Tribunal Supremo–, se trata de un hombre serio y reservado, y desde luego no le tiembla el pulso a la hora de acusar como acredita su trayectoria , aunque en las distancias cortas se muestra cordial y próximo. Es un apasionado del cine, motero y aficionado del Real Madrid.
En los juicios se muestra implacable, siempre, eso sí, dentro de la más estricta corrección. En esas vistas ha dejado algunas frases memorables como la que espetó a las defensas en el juicio de las tarjetas black: "Han intentado verdaderamente sacar agua de las rocas, pero la poca que hay no es potable", les dijo, informa Efe. Y a los acusados les reprochó, sin alterarse lo más mínimo: "Los españoles hemos pagado, no sé si el entierro, pero sí el funeral de Caja Madrid". Quien le conoce bien asegura que el cargo no le va a cambiar.
Noticias relacionadas