López despide la legislatura presumiendo de haber cumplido con su deber
Justifica el contencioso con el Gobierno en que su obligación era que el Parlamento «funcionara»
Ni atisbo de autocrítica. Ni sombra de arrepentimiento. El presidente del Congreso, Patxi López , se despidió ayer de la legislatura manteniendo la cabeza bien alta ante la prensa, pese al fracaso colectivo que supone la próxima convocatoria de elecciones . Las iniciativas en tramitación decaen al disolverse las Cortes pero defendió sin fisuras las últimas semanas de plenos sin recorrido. El último ayer por la tarde, a tres días de que se convoquen elecciones, justificado, según López, en una «normalidad institucional» que en realidad no existe : con una repetición de elecciones en dos meses y el Gobierno en funciones más largo de la democracia.
«Nuestra obligación era que está Cámara funcionara, hemos hecho lo que correspondía y se esperaba en un tiempo inédito y difícil», subrayó tras participar en la última junta de portavoces de la legislatura. Durante los últimos cuatro meses, éste ha sido el «leitmotiv» del presidente del Congreso más fugaz de la democracia, «Patxi el breve» como le denominan muchos periodistas. Dar una imagen de «normalidad» y pretender que aunque el Ejecutivo estaba en funciones y no tenía plenos poderes, la actividad política continuaba. «Hacer que esta Cámara estuviera en funcionamiento, no en funciones», repitió ayer.
En esta defensa de su papel institucional jugado, el político vasco quisó no ya justificar sino ensalzar el contencioso abierto con el Gobierno por el control parlamentario que se puede ejercer durante el periodo legislativo «en funciones». El primer gran choque entre el poder Ejecutivo y el poder Legislativo en la historia de la democracia. Para López, ha sido lo «mejor» de la legislatura al suponer la creación de un precedente ante una situación inédita, aunque en voz baja la mayoría de los grupos reconocen sin ambages que, «llevando razón» la imagen del Parlamento ha quedado más dañada que la del Gobierno. Para López, este bronco episodio con plantones del Ejecutivo día sí y día no ha sido lo «peor» de la legislatura. Tampoco lo ha sido el enfrentamiento entre los distintas fuerzas ni la imposibilidad de llegar a un acuerdo de Gobierno sino la «brevedad» de la misma.
López sí lamentó no haber logrado impulsar una reforma a fondo del Reglamento del Congreso y sacó pecho de haber avanzado en medidas de transparencia, aunque muchas de ellas no partieron de él ni de el PSOE sino de su más directo rival: Podemos. Aunque se disuelvan las Cortes, López se mantendrá ahora como presidente de Congreso hasta la constitución de la nueva Cámara, unas tres semanas después de las nuevas elecciones.
Noticias relacionadas