Laya no aclara por qué se ocultó a Marruecos la acogida de Ghali pese a negar «motivaciones políticas»

Marlaska da por restablecida la cooperación policial en la frontera tras la crisis de la semana pasada en Ceuta

La ministra de Exteriores junto al titular de Justicia, en el Congreso, durante la sesión de control EFE
Juan Casillas Bayo

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La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea (UE) y Cooperación, Arancha González Laya , ha admitido este miércoles que es consciente de las consecuencias que tuvo la acogida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali , pero ha insistido en que la decisión estuvo «alejada de motivaciones políticas». Eso sí, ha evitado aclarar en el Congreso de los Diputados por qué se ocultó a Marruecos su ingreso con una identidad falsa en el Hospital San Pedro de Logroño.

La titular de Exteriores se ha enfrentado a una interpelación del Grupo Parlamentario Popular en la que la diputada Valentina Martínez Ferro ha pasado revista al que considera «uno de los peores momentos» de la política exterior española. Aunque ha mencionado los siete meses que lleva el presidente de EEUU, Joe Biden, sin telefonear al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez , desde que asumió su mandato, o la pérdida de relevancia de España en América Latina y en la Unión Europea , el debate se ha centrado especialmente en el conflicto diplomático con Marruecos.

España decidió dar cobijo a Ghali, con graves problemas respiratorios por el coronavirus agravados por un cáncer digestivo que arrastra desde hace años, y tratarlo de su enfermedad. Pero lo hizo a espaldas de Marruecos e ingresándolo bajo una identidad falsa. Esto fue la gota que colmó el vaso tras una serie de tensiones, y el país vecino decidió levantar el control sobre la frontera de Ceuta e incluso utilizar a menores de edad bajo engaños para que se lanzasen al agua a sortear el espigón que separa Marruecos de la ciudad autónoma.

«España no ha buscado ni desea una crisis que no tenemos el menor interés de alimentar y a la que queremos poner fin cuanto antes», ha garantizado la ministra de Exteriores , quien al contrario que Rabat ha evitado llamar a consultas al embajador español en el país vecino. «Las llegadas en torno al 17 de mayo a Ceuta y las terribles imágenes de niños tirándose al mar no pueden dejar a nadie indiferentes», ha señalado González Laya, quien sin embargo ha ofrecido «respeto» a Marruecos y le ha pedido reciprocidad para recuperar el entendimiento. «Somos conscientes de las consecuencias que tuvo una decisión que estaba alejada de motivaciones políticas», ha dicho en alusión a la entrada de Ghali en España, y ha reconocido el apoyo de la UE para recordar «un hecho obvio»: que Ceuta es también frontera europea.

Cadena de errores

La popular Martínez Ferro ha reprochado a la ministra la errática política exterior que a su juicio está protagonizando el Gobierno de Sánchez. Para empezar, en el asunto de Marruecos, el primer error, ha apuntado, fue «romper la tradición» de que la primera visita oficial del presidente fuese a Rabat. Algo que se agravó, ha recordado, cuando Unidas Podemos , partido parte del Ejecutivo, reclamó un referéndum de independencia para el Sahara . «Y fue un error que introdujesen al líder del Polisario con documentación falsa y sin informar a Marruecos», ha zanjado la diputada del PP.

«Atender a una persona enferma es comprensible. Siendo así, ¿por qué no hizo bien las cosas? ¿Por qué no informó a Marruecos ni contó con la oposición? ¿Qué extraña pulsión les invita a engañar a todos permanentemente?», ha preguntado Martínez Ferro a González Laya, sin obtener respuestas.

En su réplica, la parlamentaria popular ha criticado la ausencia de «respuestas concretas» por parte de la ministra y ha insistido en cuestionar los motivos que llevaron al Gobierno a ocultar la entrada de Ghali en España. También ha pedido a la titular de Exteriores, de nuevo sin éxito, que detalle cuál es su plan para la salida del país del líder polisario. «Le pido que nos diga por qué hemos llegado a una de las mayores crisis diplomáticas de la historia de nuestro país», ha reclamado.

González Laya, como es habitual en el Gobierno, ha optado entonces por enrocarse y reclamar a la oposición «lealtad» en lo que debe ser «una política de Estado». «Lealtad, señoría. Lealtad para promocionar la imagen de España en el mundo, que es fuerte, a pesar de que ustedes siembran dudas de vez en cuando», ha concluido, entre aplausos de los grupos parlamentarios del Ejecutivo.

Vox acusa a Marlaska de mentir

Antes de la interpelación, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska , ha respondido a sendas preguntas de Vox y de ERC sobre la crisis migratoria vivida la semana pasada, con casi 10.000 inmigrantes entrando en Ceuta de forma irregular ante la pasividad de las autoridades marroquís. Grande-Marlaska, más optimista incluso que González Laya, ha dado por zanjado el episodio y por restablecida la cooperación policial de la Gendarmería vecina. «La Policía, la Guardia Civil y la Gendarmería marroquí llevan años trabajando, siguen y no se ha suspendido la cooperación», ha contestado a una pregunta del diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro .

«El descaro con el que miente a esta Cámara raya en el despropósito. Marruecos ha declarado oficialmente que suspende esa colaboración migratoria y en materia antiterrorista. Marruecos el martes había lanzado ya su invasión sobre Ceuta », ha replicado el parlamentario de Vox, que ha criticado también los treinta millones de euros concedidos a Marruecos y aprobados el martes de la semana pasada por el Consejo de Ministros para su colaboración en ambos temas. «Se unen a los sesenta que desde 2019 han entregado. Se ha visto el resultado», ha criticado Gil Lázaro, y ha lamentado que a los agentes desplazados a Ceuta para contener las entradas irregulares se les entregase solo «una miserable bolsa de comida».

«La integridad territorial no merece estar en manos de un Gobierno claudicante, inútil, débil y mentecato», ha concluido Gil Lázaro, dándole la percha a Grande-Marlaska para sus primeras palabras: «Seguro que para el miércoles que viene tendrá un nuevo descalificativo para este Gobierno». El ministro del Interior, igual que hizo Sánchez la semana pasada con el líder de la oposición, Pablo Casado , ha acusado al diputado de Vox de aprovechar una crisis para «desgastar al Gobierno». Finalmente, el ministro ha vinculado a Vox con el acoso en redes sociales a Luna , la voluntaria de Cruz Roja que protagonizó una de las imágenes de la semana con un abrazo de empatía a un inmigrante al que atendía.

La independentista de ERC María Carvalho , por su parte, ha puesto en duda el cumplimiento de los derechos humanos en las devoluciones en caliente efectuadas en la frontera de Ceuta y ha cuestionado que se comprobase debidamente si muchos de los inmigrantes eran menores o si cumplían las condiciones para solicitar asilo político en España. «Claro que se han protegido y se siguen protegiendo los derechos de los menores y de los mayores de edad. Lo que ha sucedido en Ceuta no es una simple crisis migratoria. Se han puesto a salvo las vidas de los migrantes y se ha protegido nuestra integridad territorial», ha sentenciado Grande-Marlaska.

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