El juez no ve delito en la actuación del magnate ruso Fridman en el caso Zed
Considera que no hay pruebas de que tuviera responsabilidad en las decisiones que desembocaron en la caída del grupo español
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, ha acordado el sobreseimiento de las diligencias que se seguían contra el dueño de Día, el magnate ruso Mikhail Fridman, en relación a la caída del Grupo Zed.
Fridman venía siendo investigado por por maquinación para alterar el precio de las cosas, administración fraudulenta, insolvencia punible y corrupción en los negocios, en calidad de administrador de hecho de una serie de sociedades cuyas maniobras comerciales habrían derivado en la insolvencia del grupo empresarial español que presidía Javier Pérez Dolset.
En concreto, se le atribuía «el poder fáctico y directo» sobre los directivos y las decisiones adoptadas por un lado, en Amsterdam Trade Bank, principal acreedor de Zed cuando en 2013 saltó al Nasdaq, y, por otro, en Vimpelcom (ahora Veon), principal cliente de una de las empresas del grupo español (Temafon) y que rescindió con ella los contratos sin que mediara incumplimiento, causando una situación de «asfixia económica».
La Fiscalía Anticorrupción describió lo ocurrido como una práctica que se conoce en el entorno criminal ruso como 'raider' (asalto o ataque) o absorción ilegal de empresas, y pidió la imputación de Fridman por haberlo liderado para conseguir «el apoderamiento total de la compañía».
Sin embargo, «las diligencias practicadas hasta el momento actual, considerándose agotada la instrucción respecto del investigado, no permiten atribuir en modo alguno la condición de administrador de derecho del investigado , y ello se evidencia con el simple examen de las estructuras societarias investigadas en la presente instrucción», dice ahora el juez.
Sin prueba
Según expone el auto, « tampoco existe prueba alguna ni documental ni testifical que apoye la inicial consideración de una posible participación en los hechos investigados de Mikhail Fridman», al que representa el despacho Baker McKenzie.
En este sentido, se detiene en la declaración prestada el pasado 23 de julio por el socio responsable de PwC que llevó a cabo la auditoría a petición de ZED para 2013 y 2014. «Señaló que no encontró evidencia alguna que relacionara a Mikhail Fridman con las sociedades investigadas, ni atribuyó ningún tipo de responsabilidad», resume el instructor.
Descarta además que los mensajes que obran en las actuaciones impliquen al magnate ruso, «más allá de referencias de terceros, en las que ninguna intervención directa tiene el investigado (...) y que no gozan de ningún soporte documental».
«Siendo en ocasiones afirmaciones de carácter voluntarista en la interpretación de las mismas y en modo alguno realistas, no se puede sostener una imputación por referencias que hagan terceras personas si no hay prueba alguna que lo sustente», añade.
Entiende así que «la instrucción practicada no permite afirmar ni el control sobre Veon, ni participación alguna en las negociaciones relativas al Grupo Tema, ni la participación ni directa ni indirecta en cuestiones relativas al Grupo Zed por parte de Mikhail Fridman» y acuerda el sobreseimiento provisional al entender que existe «delito previo» pero no prueba de que él haya participado en modo alguno.