El juez Guevara, de la Audiencia Nacional, obliga al fiscal a cerrar la causa de la Camorra en 30 minutos
«Han tenido muchos años para conocerla», ironizó el magistrado ante las quejas de Anticorrupción, que tuvo que improvisar su informe final, que ni siquiera estaba previsto para ese día
«Tienen media hora. Para que no se diga...para que aclaren sus ideas» . Mordaz y sin opción de réplica, el controvertido juez Alfonso Guevara, presidente de la Sección Tercera de la Audiencia Nacional , conminó con esas palabras a los fiscales a que presentaran su informe final sobre la Camorra en tiempo récord, tras una instrucción que ha durado seis años y en un día en el que no estaba previsto dicho trámite. Ocurrió el miércoles durante la sesión del juicio a veintiún miembros de clanes napolitanos asentados en España, para los que Fiscalía pide 210 años por los delitos de blanqueo y asociación ilícita. « El magistrado podía haber puesto en peligro una causa muy compleja si el Ministerio Público hubiera renunciado al informe», señalan fuentes judiciales.
El del Miércoles Santo es el segundo desencuentro entre Anticorrupción y la Sección Tercera en solo quince días , después de que los mismos fiscales presentaran un recurso de nulidad en el que acusan a los tres magistrados -Guevara, Juan Pablo González y Fermín Echarri- de faltar a la verdad y de actuar «de forma descuidada o imprudente» al exculpar al inspector jefe Miguel Ángel Gómez Gordo , que iba a ser juzgado por su relación con la red de Gao Ping. Las prisas injustificadas de Guevara, consentidas por sus compañeros, se enmarcan en ese contexto en el que la relación se ha enturbiado tras el duro recurso de nulidad, infrecuente y de especial sensibilidad , puesto que es la antesala del recurso ante el Constitucional.
La secuencia del miércoles fue la siguiente. En el banquillo de la Audiencia Nacional se sentaban 19 acusados por su vinculación con la construcción y venta del complejo turístico Marina Palace en Tenerife con fondos supuestamente procedentes del tráfico de drogas. El líder del clan Giussepe Polverino y su mano derecha seguían la sesión por videoconferencia desde Italia, donde cumplen condena.
Estaba prevista la declaración de dos «arrepentidos»: Domenico Verde, que prestó testimonio, y era el turno de Salvatore Izzo, que no se presentó por segunda vez alegando enfermedad. Guevara se negó a buscar otra fecha para esta declaración y también a que se reprodujera la que prestó en 2011 . «Tienen media hora para su informe», espetó a los dos fiscales, en una jugada que no solo les sorprendió a ellos, sino también a la veintena de abogados e incluso a los italianos que se enfrentan a diez años de prisión y que se miraban sin entender qué estaba ocurriendo. No había ni público ni más periodistas.
Media hora de reloj y la Sala volvió a constituirse en silencio. Caras serias de los dos fiscales Anticorrupción y de los letrados. «No tenemos los documentos y en este juicio el 80 por ciento de los medios de prueba son documentales y no han sido vistos en Sala» , comenzó diciendo el fiscal José Grinda, quien explicó que en media hora había sido imposible llevar los documentos desde Fiscalía hasta la sede de la Audiencia en San Fernando. «Supondría una merma relevante si el Tribunal decidiera que se haga el informe», argumentó, antes de pedir la suspensión. Guevara, una vez más, contundente, casi despectivo respondió :«No ha lugar a la suspensión del juicio. Han tenido ya muchos años para conocer la causa» .
A las dos, se acaba
Y la Fiscalía continuó: primero Grinda y luego su compañero Juan José Rosa, quien «obligó» a Guevara a tomar nota al describir con detalle la actividad económica de los acusados y los antecedentes del clan en nuestro país . Pero faltaban papeles, de manera que ambos tuvieron que remitirse en varias ocasiones al escrito de acusación o citar de memoria declaraciones y pinceladas de las escuchas teléfonicas, sin poder concretar los folios en los que constan. Insólito.
La sesión avanzó y cuando de nuevo debía tomar la palabra Grinda, Guevara decidió que ya había sido suficiente y cortó el juicio poco antes de las dos de la tarde. «Seguimos el día 14», dijo. El malestar en Anticorrupción es evidente . El año pasado, el juez reprendió con dureza a dos miembros de esa Fiscalía en el juicio de Novacaixagalicia; el auto de exculpación de hace quince días contradice una decisión anterior de esa misma Sala. El colofón, la anomalía del Miércoles Santo.
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