La juez Espejel manda callar al etarra Vila Michelena por lanzar un alegato en euskera en el juicio

«Está claro que está realizando una declaración que no procede efectuar, haga usted el favor de callarse y no interrumpa»

El etarra Fermín Vila Michelena, detenido en 2010 en Belfast EFE

EP

El etarra Fermín Vila Michelena ha intentado este lunes lanzar un alegato en euskera en el juicio que se celebra en su contra en la Audiencia Nacional pero la presidenta del tribunal, Concepción Espejel , se lo ha impedido.

Michelena, detenido en junio de 2010 en Belfast (Irlanda del Norte), se enfrenta a una pena de 316 años de cárcel por colocar el 8 de mayo de 2001 una bomba en una sucursal del BBVA situada en la calle Goya de Madrid, que causó heridas a 18 personas y cuantiosos daños materiales en los vehículos y edificios colindantes.

Al inicio de la vista, preguntado por si accedía a contestar a las preguntas formuladas por el fiscal y el resto de partes, ha iniciado una larga intervención y no se ha detenido para facilitar su traducción a los asistentes.

« Está claro que está realizando una declaración que no procede efectuar, haga usted el favor de callarse y no interrumpa », ha cortado la juez Espejel. La intérprete de la Audiencia Nacional solo ha podido traducir al castellano el inicio de la frase del etarra: «Hay una canción en Euskal Herria que dice...».

El fiscal Marcelo Azcárraga le acusa de un delito de estragos terroristas, otro de robo con finalidad terrorista, dieciocho atentados terroristas y un delito de falsificación de documento oficial a Michelena, para quien solicita además una pena de 20 años de inhabilitación absoluta.

Mantiene que Vila Michelena se incorporó al comando «Buru Ahuste», que actuaba en Madrid, y asumió el nombre orgánico de Pedro. Junto a la etarra Ana Belén Egües Gurruchaga , robó un vehículo, marca Renault, que se encontraba aparcado en la calle Luis de Hoyos Sáinz, y al que cargaron entre 60 y 70 kilos de explosivo que le había proporcionado la banda terrorista ETA.

Tras sustituir sus placas de matrícula, estacionó el vehículo a la altura del número 14 de la calle Goya con la carga explosiva frente a las puertas de acceso de las oficinas de la entidad bancaria BBVA, mientras que Egües hacía labores de vigilancia.

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