Jueces de todo el mundo destacan la importancia de la independencia judicial para una democracia plena
El presidente del Tribunal Constitucional español, Juan José González Rivas, ha moderado el debate en torno a esta cuestión en Europa durante el Openning Session de Madrid, antesala del World Law Congress de Colombia
Uno de los pilares del Opening Session Madrid que se celebra esta semana en la capital (lunes y martes), antesala del World Law Congress de Colombia, es la puesta en valor del imperio de la Ley frente a las intromisiones políticas y las derivas populistas que amenazan nuestros estados de derecho. El tema, precisamente, está directamente relacionado con el debate celebrado durante el congreso en torno a la independencia judicial y su importancia capital para preservar las libertades constitucionales.
La mesa se ha dividido en dos sesiones a lo largo de la jornada, una dedicada para Europa y otra para América. En ambos casos ha contado con representantes de los respectivos tribunales constitucionales y cortes supremas de diferentes países. En el caso del viejo continente, han intervenido el presidente del Tribunal Constitucional de España, Juan José González Rivas –moderador del coloquio–; el presidente de la Corte Suprema de Eslovenia, Damijan Florjancic; la juez del Constitucional de Moldavia Manole Domnica; el presidente del Tribunal Constitucional de Andorra, Josep Guardia Canela; el presidente del Tribunal Supremo Administrativo de Finlandia, Kari Kuusiniemi; y su homóloga en el Tribunal Constitucional de Letonia, Sanita Osipova.
Respecto a América, ha estado dirigido por el presidente del Tribunal Supremo de Canadá, Richard Wagner, y han participado el presidente del Tribunal Constitucional de Colombia, Antonio José Lizarazo; su homólogo en la corte Suprema de México, Arturo Zaldívar; la juez y ministra de la Suprema Corte de Justicia de Uruguay, Elena Martínez Rosso; la presidenta del Supremo de Puerto Rico, Maite Oronoz; su homóloga en el Tribunal Constitucional de Perú, Marianella Leonor Ledesma Narvaez; y el presidente del Constitucional de Guatemala, Roberto Molina Barreto.
El denominador común en sus reflexiones y análisis, más allá de la parte técnica y de cómo se ajustan los diferentes ordenamientos, ha sido la importancia de un poder judicial independiente para un Estado de derecho efectivo. Sin excepción, han señalado que es un «factor esencial» para una democracia plena y que no puede perderse en ningún caso, ni ante miedos o censuras internas ni ante hipotéticas recompensas externas. «La independencia judicial es inherente a nuestros estados de derecho», ha aseverado González Rivas, que ha reiterado el valor de los principios constitucionales comunes y de la profundización en la argumentación jurídica y las resoluciones fundamentadas, apoyadas en la jurisprudencia, para configurar procesos con todas las garantías.
Importancia de educar
El presidente del Constitucional español, en ese sentido, ha ahondado en las garantías institucionales, reflejadas en el Derecho a la tutela judicial efectiva, recogida en la Constitución de 1978, y en el estatuto de los jueces, que preserva la independencia tanto de forma subjetiva como objetiva, entendiéndose como las posibles injerencias mediáticas o personales que pudieran tener los jueces y las del mismo proceso.
El debate coincide con un contexto especialmente crítico a nivel mundial, tanto por la pandemia como por la amenaza del Estado de derecho en no pocos países. Fruto de este escenario, precisamente, los ponentes han hecho especial hincapié en la importancia de que estos extremos sean una parte troncal en la educación a todos los niveles, desde los niños a las universidades, con enseñanzas sobre los Derechos Humanos y los valores constitucionales.
El congreso, organizado por la World Jurist Association (WJA) y la World Law Foundation (WLF) se ha desarrollado durante el lunes y el martes en la Casa de América de Madrid con varios propósitos estrechamente relacionados. El primero, en efecto, reivindicar el buen uso de las leyes contra aquellos que las utilizan como mecanismos de poder y opresión. Pero sobre todo, y consecuencia de la anterior, ha sido un homenaje al legado de la juez de la Corte Suprema de Estados Unidos, Ruth Bader Ginsburg como defensora de la igualdad y los derechos civiles. En recuerdo a ella, el Rey Felipe entregó el lunes ocho medallas en su nombre a mujeres destacadas por una actividad similar en áreas de la libertad.
Las galardonadas, como ha publicado ABC, fueron Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo; la jurista australiana Gillian Triggs, secretaria general adjunta de la ONU; Maite Oronoz, presidenta del Tribunal Supremo de Puerto Rico; Sujata Manohar, magistrada del Tribunal Supremo de India; Luz Ibáñez, jurista peruana y vicepresidenta del Tribunal Penal Internacional. También han sido reconocidas por sus trayectorias la juez surcoreana Young Hye Kim; Rosario Silva de Lapuerta, vicepresidenta del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (TJUE); y Navi Pillay, primera mujer no blanca que forma parte del Tribunal Supremo de Sudáfrica, antigua Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y presidenta del Tribunal Penal Internacional para Ruanda.
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