Wenceslao en el congreso
¿Para qué sirvió la comparecencia de Aznar en Gürtel? Para alegrarle el día a Rufián, y poco más
Con P edro Sánchez diciendo que Podemos cumple la Constitución y el PP no, y Santiago Abascal diciendo que éste es el peor Gobierno en 80 años yo tengo bastante para la primera sesión de control de la temporada. Madre mía, qué nivel. El «homo videns» de S artori ha quedado superado. Alguien me dijo que, en el principio, los diputados se dirigían a sus señorías; después, a las televisiones; y ahora, a las redes sociales. Esto no es democratizar el Parlamento –¡menuda redundancia!–, esto es vulgarizar el parlamentarismo. Como aquel infausto día de 1936 en que el gran cronista parlamentario español, Wenceslao Fernández Flórez, volvió a la redacción de ABC después de asistir a la solemne apertura de las Cortes, donde casi zurran al presidente. La tensión fue tal que cuando el director de ABC le preguntó sobre qué iba a escribir, el gran Wenceslao le respondió:
–Señor director, allí tiene usted que mandar al redactor de sucesos .
Así pues, sean ustedes bienvenidos al «homo circus» . Eslóganes machacones, ocurrencias de instituto... y comisiones de investigación. Vamos a ver: estas comisiones son una herramienta úti l para la democracia siempre que no se ponga en marcha en paralelo a, o incluso antes de, una investigación judicial.
Señores diputados del conjunto Frankenstein : dejen investigar a jueces y fiscales, respeten la presunción de inocencia, y cuando la Justicia haya hablado convoquen la correspondiente comisión para dilucidar responsabilidades políticas . Si se precipitan, como están haciendo con Kitchen –un escándalo que conviene esclarecer hasta el final– lo único que están haciendo es priorizar el titular vacuo frente a la auténtica búsqueda de la verdad... Si el declarante está inmerso en la investigación judicial se puede escaquear alegando que puede interferir en su derecho a la defensa. ¿Para qué sirvió, por ejemplo, la comparecencia de Aznar en Gürtel? Para alegrarle el día a Rufián, y poco más.
Es esta una cuestión seria: ¿cuántas novedades relevantes arrojó la comisión Gürtel ? Ninguna. Todo lo importante de ese caso se dilucidó –se está dilucidando– en instancias judiciales, y así debe ser. Sin embargo, ¿cuántas horas de telediario propició? Innumerables. Comisiones de investigación, sí, pero en el momento procesal oportuno. Y si no, humildemente, permítanme parafrasear a mi admirado Wenceslao :
–Señor director, allí tiene usted que mandar al redactor de espectáculos.
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