Jaume Matas, del todo a la nada
El expolítico mallorquín, que fue presidente del Gobierno balear y ministro de Medio Ambiente, entrará por segunda vez en prisión
El Tribunal Supremo ha confirmado este martes la condena de tres años y ocho meses de cárcel que le fue impuesta al expresidente balear Jaume Matas (Palma, 1956) por la Audiencia Provincial de Palma en la sentencia del caso Nóos. Esta será la segunda pena de prisión a la que deberá enfrentarse Matas, después de haber ingresado en la cárcel por vez primera en julio de 2014.
En aquella ocasión, Matas cumplió una condena de nueve meses y un día de prisión por tráfico de influencias en el marco de una de las piezas separadas del caso Palma Arena , en concreto, por favorecer a un amigo periodista con una subvención. De ese modo, Matas pasará a ser ahora el político español de mayor rango encarcelado dos veces por corrupción. Cabe recordar que el exdirigente popular fue presidente del Govern en dos ocasiones y además también ministro de Medio Ambiente.
Matas estuvo casi dos décadas en primera línea política, en especial desde mediados de los años noventa. Con anterioridad, en 1989, había obtenido por concurso-oposición una plaza como jefe de servicio de Presupuestos de la Consejería de Economía y Hacienda. Poco después de obtener dicha plaza, Matas solicitó la excedencia por servicios especiales, al iniciar su trayectoria política en el seno del Partido Popular.
Una dilatada trayectoria
Su primer cargo relevante fue el de consejero de Economía, con el popular Gabriel Cañellas como presidente autonómico. Con posterioridad, Matas fue el máximo mandatario balear, por vez primera, entre 1996 y 1999. Ello fue posible porque en apenas un año habían dimitido sus dos antecesores en el cargo, el propio Cañellas y luego Cristòfol Soler . Tras los comicios autonómicos de 1999, el PP perdió la mayoría absoluta en Baleares y pasó a la oposición, después de que el PSOE, el PSM, IU, Los Verdes y UM hubieran llegado a un acuerdo para suscribir el llamado primer «Pacto de Progreso» y para hacer presidente por vez primera al socialista Francesc Antich .
Unos meses después, ya en 2000, el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar , «rescató» a Matas y le nombró ministro de Medio Ambiente, cargo que el político isleño ocupó hasta que se presentó de nuevo como candidato en las elecciones autonómicas de mayo de 2003. El PP recuperó entonces la mayoría absoluta en Baleares y Matas volvió a ser el presidente de la Comunidad. Cuatro años después, los populares ganaron de nuevo las elecciones en el Archipiélago, pero sin repetir esa mayoría, por lo que regresaron de nuevo a la oposición.
El actual destino judicial de Matas, que hoy parece casi inexorable, quizás no hubiera existido nunca si en dichos comicios autonómicos de mayo de 2007 hubiera revalidado la mayoría parlamentaria que hasta entonces ostentaba. De hecho, el político mallorquín se quedó sólo a unos cientos de votos de repetir aquella primera mayoría absoluta. En ese contexto, sus intentos para intentar llegar a un pacto de gobernabilidad con la entonces líder de UM, Maria Antònia Munar , fracasaron por completo.
El principio del fin
A mediados de 2007, Munar decidió pactar finalmente con socialistas y econacionalistas, por lo que Antich relevó por segunda vez a Matas al frente del Ejecutivo autonómico. Poco después, Matas anunciaba el abandono definitivo de la política y su marcha a Estados Unidos. Acababa así, de ese modo tan inesperado, una trayectoria política que hasta aquel momento había sido considerada como muy brillante. Su trayectoria judicial empezaría un par de años después, también de forma igualmente inesperada.
Cabe recordar que cuando el denominado segundo «Pacto de Progreso» inició su andadura legislativa, miró con lupa la ejecución de las obras e infraestructuras realizadas en la última etapa de Matas al frente de la Comunidad. En ese contexto, a mediados de 2008 nacería el denominado caso Palma Arena, después de la denuncia presentada por la Consejería de Deportes ante la Fiscalía por el presunto sobrecoste en la construcción de este equipamiento deportivo.
El expolítico mallorquín regresó de Estados Unidos en 2010. En aquellas fechas tuvo que declarar por vez primera, como imputado, ante el juez instructor del caso Palma Arena, José Castro . Matas fijó desde entonces su residencia en Madrid, en donde sigue viviendo. Con el paso del tiempo, el caso Palma Arena se iría volviendo poco a poco cada vez más y más complejo, lo que supuso que llegase a contar con un total de 28 piezas separadas. Matas fue finalmente imputado en varias de dichas piezas. En algunos casos los juicios por dichas piezas ya se han celebrado, sin nuevas condenas de cárcel salvo en el caso Nóos.
«Cada cual se fabrica su destino, no tiene aquí fortuna parte alguna», escribió Miguel de Cervantes en una de las sentencias más famosas y repetidas del «Quijote». En el caso de Matas y de otras personas igualmente condenadas en el caso Nóos, bien podría decirse que, muy posiblemente, fue efectivamente también así.