«El Islam no permite la violencia»
El emir de una célula y sus pupilos logran una condena a 6 años tras reconocer los hechos
Mustafá Al Lal Mohamed y los cinco miembros de su célula yihadista han necesitado pasar más de tres años entre rejas para darse cuenta de que «el Islam no permite la violencia» y que hay que evitar hacer daño a gente inocente. A cambio de esa «caída del caballo» y de reconocer los hechos que se les imputaban, estos seis individuos, juzgados ayer por la Audiencia Nacional , han sido condenados a seis años de cárcel y a otros diez de libertad vigilada en el caso del emir y seis para el resto. Se trata de unas penas bastante inferiores a las que en principio pedía la Fiscalía, que llegaba a los 12 años en el caso del jefe.
El líder de la célula, conocido como «Tiburón» reclutaba muyahidines para unirse a la rama de Al Qaeda en el Magreb Islámico
Fue el emir de la célula, el primero en declarar, quien marcó el camino al resto de sus compañeros. Tras admitir que creó una célula para reclutar muyahidines que se unirían a grupos terroristas yihadistas, en este caso Al Qaeda en el Magreb Islámico , aseguró que «seré musulmán para toda la eternidad. Amo a mi gente y quiero que vivamos en paz en Melilla y donde sea. Lo he meditado durante todos estos años y cuando veo cómo se hace daño a familias e inocentes, creo que hay que evitarlo a toda costa», informa Efe. «Amo a a mi familia y quiero pasar esto en paz», añadió Mustafá Al Lal, conocido como «Tiburón» y considerado un referente de la barriada melillense de la Cañada, alrededor de cuya mezquita, llamada As Salam , actuaba.
Sus pupilos, obviamente, siguieron los pasos de su jefe, incluso a pesar de que el abogado de uno de ellos no estaba de acuerdo con el pacto al que se había llegado con la Fiscalía, al considerar que su cliente era inocente.
Peligrosidad
La fiscal Dolores Delgado , en su escrito de conclusiones provisionales, alertaba de la peligrosidad de este grupo «que desarrollaba bajo el ideario yihadista labores de captación, radicalización, adoctrinamiento y posterior envío de voluntarios yihadistas para llevar a cabo acciones operativas de naturaleza terrorista a zonas de conflicto con integración en la rama de Al Qaeda en el Magreb Islámico, o bien el desarrollo de acciones terroristas en suelo occidental».
Los adeptos eran buscados entre jóvenes y muchos de ellos procedían del Ejército -uno de los ahora condenado fue soldado y estuvo destinado en Melilla- o de las Fuerzas de Seguridad .
La célula adoctrinaba a los reclutados tanto en reuniones privadas lideradas por el emir del grupo como a través de su propia página web, Sharia4Spain , rama española del movimiento global Sharia4.
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