Interior reconoce un «pico inusual» en inmigración, que ayer se saldó con 957 rescatados más

Salvamento Marítimo y Guardia Civil rescataron ayer en solo 24 horas a 957 personas que intentaban llegar de forma irregular a España, más de las que tiempo atrás se interceptaban a lo largo de todo un mes completo, como el pasado marzo (857).

El cómputo de este lunes incluyó el auxilio de 6 pateras con 303 hombres y mujeres a bordo en el mar de Alborán y de otras 13 en el Estrecho con 587 pasajeros, lo que refleja la extrema presión que siguen soportando las costas de Andalucía , cuya Delegación del Gobierno informó de que hay centros de atención con una «alta ocupación», –caso del de Granada o Almería– aunque no ha sido necesario habilitar espacios de acogida exteriores, como ocurrió en verano.

En el día de ayer también se localizaron tres embarcaciones en aguas de Canarias con 58 inmigrantes y una más cerca de Ceuta con 9 personas.

Los 957 rescatados se suman además a los 1.187 pasajeros de 30 pateras acumulados durante el fin de semana, y aún a los 1.050 que llegaron en los primeros tres días de octubre, lo que revela que el tráfico de seres humanos en el Mediterráneo siempre intensificado cuando acaba el calor, este año ha derivado al más absoluto descontrol. Y todo ello tras un mes de septiembre de récord, 8.054 llegados por vía marítima, que figura entre los de más alta presión migratoria desde que hay datos.

«Estamos trabajando para hacer frente a esta situación desde que llegamos, es verdad que ha habido un pico inusual, pero trabajamos con todos los medios posibles» , subrayaron a este diario ayer fuentes del Ministerio del Interior, que precisaron que se está haciendo la tarea«con Marruecos, con la UE, con los países de origen y tránsito y con otros frentes, como los ministerios que participan en las labores de acogida».

El titular del departamento, Fernando Grande-Marlaska, participa ayer y hoy en la Reunión del G-6 de ministros del Interior que se celebra en Lyon (Francia) y donde está previsto abordar, entre otros, el control de los flujos migratorios irregulares en Europa «desde un enfoque común centrado en la prevención, la cooperación y la lucha contra las redes de traficantes».