Interior pide el cese de la violencia mientras Cataluña contabiliza los daños

Impresiona comprobar los restos de la violencia en Barcelona. La peor parte se llevan entidades bancarias y tiendas de lujo. Escaparates destrozados, locales arrasados y ahora el trabajo a contrarreloj para minimizar lo que el vandalismo y la violencia han dejado a su paso. El patrón se repite en Lleida: el de la violencia y los locales destrozados por los radicales. Y preocupa todavía más  que se repitan los altercados hoy, cuando se espera que se multipliquen las protestas por el encarcelamiento de Pablo Hasél.