Del infierno del cáncer a la pesadilla de la guerra

Se llama Kostya, tiene siete años, y es uno de los cientos de niños que se refugian de las bombas en Ucrania. Pero una foto, con sus muletas de colores en un búnker, conmovió especialmente a un médico español de la Clínica Universitaria de Navarra. Lo había visto durante una revisión el mes pasado, porque ese pequeño es uno de sus pacientes. Estuvo hospitalizado en España hace unos meses para superar un grave osteosarcoma. Debe volver a Pamplona para continuar con su rehabilitación.