Inés Arrimadas rechaza las «lecciones» de Manuel Valls
La portavoz de Ciudadanos acusa al ex primer ministro francés de «defender a Colau» al diferenciarla de Maragall
![Inés Arrimadas, ayer en Salamanca](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2019/06/19/arrimadas-salamanca-kC1C--1248x698@abc.jpg)
El ataque sin paliativos protagonizado esta mañana por Manuel Valls contra la estrategia de Ciudadanos (Cs) no ha quedado sin respuesta. Centrándose únicamente en la investidura de Ada Colau como alcaldesa de Barcelona, la portavoz de la Ejecutiva liberal, Inés Arrimadas, ha reprochado al ex primer ministro francés su tono brusco y le ha avisado que no aceptarán sus «lecciones».
En declaraciones tras asistir a la constitución del Parlamento de Navarra, en Pamplona, Arrimadas ha evitado responder directamente a las críticas más duras, con las que Valls ha acusado a Cs de pactar con Vox, «una formación reaccionaria», y de «esconderse tras el PP», y se ha limitado a comentar la situación municipal. Ahí, en la dirección de Cs entienden que el primer gesto de Colau al colocar el lazo amarillo en la fachada del Ayuntamiento les dio la razón y así lo ha repetido Arrimadas.
«Con humildad, nos han dado la razón a las 48 horas de formarse el Ayuntamiento . Colau ha hecho como primera medida lo que habría hecho el señor Maragall: que es poner la fachada del Ayuntamiento de Barcelona como tablón de anuncios del separatismo», ha reivindicado la exlíder de la oposición en Cataluña.
La jerezana ha contrapuesto cómo Valls «ha salido a criticar ferozmente a Cs», mientras ha «defendido a Colau diciendo que no es tan mala y que es muy diferente de Ernest Maragall».
Desde Cs insisten en el argumento de que es tan perjudicial para la Ciudad Condal que dirija el consistorio la líder de los comunes como el de ERC, aunque no han precisado por qué sí se ha aceptado la figura de Celestino Corbacho en el grupo municipal -aunque votó junto a Valls a favor de Coalu- ni por qué se le ha concedido representar a Cs en la Diputación barcelonesa.
«Vamos a seguir siendo la voz del constitucionalismo y de los constitucionalistas que saben que tener a Colau en el Ayuntamiento es tan mala idea como tener a Maragall», ha expresado Arrimadas, que ha dejado a un lado su buena relación con su ya exsocio para indicarle que no recibirá «lecciones» de él, cuando ha propiciado que el Ayuntamiento de la capital catalana recaiga en una «de las personas más sectarias y populistas» de la política española.
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