Arrimadas denuncia que nadie quiso firmar el «informe Marlaska»
La portavoz de Ciudadanos desliga las responsabilidades de los radicales de las del ministro del Interior
A lo largo de 37 páginas, Ciudadanos (Cs) desgrana los «insultos, amenazas e injurias» que sufrieron los miembros de su partido durante la manifestación del Orgullo LGTBI el pasado sábado en Madrid. Durante la marcha, se vivieron momentos de tensión hasta el punto de que la comitiva de los liberales, junto a los simpatizantes y militantes que les acompañaban, tuvo que ser desalojada por la Policía Nacional al filo de las 22.30 horas.
Ayer, cuatro días después de los hechos, tres de los diputados que encabezaban la representación de Cs, Inés Arrimadas , Miguel Gutiérrez y Patricia Reyes , interpusieron una denuncia ante la Fiscalía General del Estado por los presuntos delitos de amenazas, injurias y odio.
En la querella, a la que tuvo acceso ABC, el partido reconstruye los hechos acaecidos el sábado y aporta imágenes, vídeos, artículos de prensa y capturas de pantalla de la red social Twitter, en la que continuaron los improperios iniciados en el recorrido de la protesta reivindicativa.
Cs garantiza en el escrito que, en medio de «un ambiente totalmente hostil» , sus dirigentes tuvieron que soportar «insultos constantes, abucheos e incluso lanzamiento de diversos líquidos ( entre ellos agua y orín ), vasos de plástico, hielos, latas de cerveza y botellas, tanto vacías como llenas de líquidos». La versión de los liberales contrasta con la de un informe de la Jefatura Superior de Policía de Madrid , en el que se limita el acoso a insultos y lanzamiento de agua y de una sola botella de plástico vacía.
La portavoz nacional de Cs, Inés Arrimadas , bautizó el citado escrito policial como «informe Marlaska» y exigió al Gobierno que dé explicaciones en el Congreso de los Diputados sobre su autoría y encargo. Un día antes, el presidente liberal, Albert Rivera , ya despreció esta comunicación interna entre los policías diciendo que «una imagen vale más que mil palabras», y ayer la diputada por Barcelona metió el dedo en la llaga y le restó relevancia.
«El informe no lo firma nadie. Nadie se atreve a firmar ese informe », apuntó Arrimadas, y añadió: «Vamos a pedir explicaciones para ver quién ha pedido ese informe y sobre todo quién lo ha hecho , porque los logos están mal puestos, el nombre está mal puesto y está sin firmar».
Dudas sobre el informe
La jerezana sembró así la duda sobre su validez y recordó que el sindicato Unión Federal de Policía (UFP) denunció presuntas agresiones a los policías de paisano que acompañaban a los miembros de Cs. De paso, aprovechó también para reclamar a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet , la puesta en marcha de la actividad parlamentaria para que el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska , explique en el Congreso de dónde sale el informe.
Según la portavoz de Cs, como ya aseveró en su entrevista con ABC publicada anteayer , «lo más grave fue que el propio ministro del Interior se dedicó a calentar la calle minutos antes de la propia manifestación». Los liberales no perdonan a Grande-Marlaska por decir antes de la marcha que «pactar con la extrema derecha» debía tener «consecuencias» ni al PSOE por no haber condenado todavía los insultos ni el escrache a Cs.
En cualquier caso, Arrimadas sí quiso dejar claro que desligan las responsabilidades políticas que le reclaman a Grande-Marlaska –Cs lleva exigiendo su dimisión desde el pasado domingo– de las posibles responsabilidades penales que pueda acarrear la acción del «grupo de radicales intolerantes» que les expulsó del Orgullo.
En la denuncia presentada ante la Fiscalía, el partido adjunta fotografías de los integrantes de Cs al inicio de la manifestación, con la ropa impecable, y horas después, ya con las vestimentas sucias por el lanzamiento de líquidos. En el escrito se refleja cómo a la altura del Museo del Prado ya se les empezó a increpar y cómo fueron rodeados y bloqueados durante «dos horas» en la Cuesta de Moyano. Fue después de esas «dos horas» cuando la Policía Nacional escoltó a los políticos, militantes y simpatizantes de Cs fuera de la manifestación.
Después, Cs recopila los insultos que escucharon a su paso, aporta vídeos con momentos de tensión durante el recorrido y denuncia una «sentada perfectamente organizada» con la que «activistas de distintos colectivos» consiguieron frustrar su avance «increpándoles de forma violenta». Cs sostiene que el movimiento no fue en absoluto improvisado, sino que «se trataba de un acto perfectamente organizado». Los activistas iban vestidos de naranja, color de Cs, y ataviados con la vestimenta de la serie «El cuento de la criada» –una distopía donde se obliga a las mujeres a gestar niños dada la baja tasa de natalidad– en protesta por su defensa de la gestación subrogada.
Cs, a lo largo de estos días, ha publicado en su perfil oficial de Twitter diversos vídeos denunciando el hostigamiento, en los que se ve, por ejemplo, a un hombre escupiéndoles y a otro intentando defecar justo delante de la pancarta de los liberales.
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