Independencia Cataluña
Día 2 en el cuartel general del Govern en Madrid: «A ver si acaba esto ya»
La actividad continúa en el centro cultural Blanquerna, pese al cese de Ferran Mascarell, exdelegado catalán en la capital
Martes. Segundo día (lectivo) después del cese de Carles Puigdemont y todos los consejeros del Govern de la Generalitat. En Madrid, su cuartel general es una libreria, Blanquerna, en plena calle de Alcalá, que sigue funcionando salvo porque el jefe, el delegado catalán en la capital de España, Ferran Mascarell , también fue cesado el viernes por Rajoy con el artículo 155 de la Constitución en la mano.
El día amanece gris en Madrid, algo a lo que están más acostumbrados por ejemplo en tierras belgas, justo donde Puigdemont, un par de hora después de que en Blanquerna abrieran las puertas, compareció para plegarse a las elecciones legales del 21-D. Estilo cuidado, suelo de madera y dos volúmenes de cada libro: uno en catalán y otro en castellano, claro, los dos idiomas que se escuchan cuando alguien allí pregunta por algún título en concreto. «En principi això és el que hi ha», le explica una de las trabajadoras a una clienta, que se tuvo que ir a casa sin lo que buscaba.
El trasiego de gente a primera hora de la mañana no es agobiante y en la puerta, después del triste ataque sufrido hace años en un acto soberanista, la recepción corre a cargo de un guardia de seguridad. Unos pasos más allá, es Orwell quien, con su «Homenaje a Cataluña» da pistas de la temática de los libros. Pere Gimferrer, Miquel Martí i Pol, Jacinto Verdaguer o Isabel-Clara Simó son algunos de los autores que guardan las estanterías donde también se cuelan el último libro de Pérez Reverte o la biografía de Maragall. Guías turísticas, para los más viajeros, también hay.
Y también hay dudas entre los más curiosos y habituales, que preguntan por el futuro del lugar ahora que las instituciones catalanas dependen del Ejecutivo de Rajoy. «No tengo ningún interés en hablar ahora mismo, como comprenderás», responde amablemente Ferran Mascarell a la llamada de ABC. La conversación es telefónica porque, según las medidas del Gobierno a las que el Senado —con consenso entre PP, PSOE y Ciudadanos— dio luz verde, Mascarell ya no puede estar en la delegación de Cataluña en Madrid.
«Veo que te has leído atentamente el decreto», ironiza el político —en su día consejero de Cultura de la Generalitat— a quien la literatura tampoco le pilla a desmano, aunque ya no tenga la librería debajo del despacho . El propio Mascarell, antes de la deriva secesionista que ha terminado con Puigdemont en Bélgica, escribió largo y tendido sobre el procés en «Dos Estados», el libro en el que apostaba por que España y Cataluña fueran dos países diferentes, «democráticos, eficientes y colaborativos». A su juicio, esto mejoraría la situación para ambos territorios.
Sigue la actividad con nueva gestión
El propio Mascarell, que admite «no tener ningún interés» en declaraciones políticas en este momento, confirma que la actividad continúa con normalidad en el centro cultural. «El equipo es el mismo y continuarán las actividades », revela el delegado cesado del Govern en Madrid.
Otras fuentes de Blanquerna también confirman esta versión y añaden que el lunes por la tarde, Mascarell estuvo en la delegación para saludar al equipo antes de regresar a Barcelona. La política de relevo que se ha llevado a cabo en la institución responde al estilo de las que se han ido aplicando en otros organismos intervenidos. A partir de ahora asume las funciones de delegado en Madrid el secretario técnico de la delegación, Gabriel Planella .
Pese a ello, la normalidad anterior al cese de la plana mayor del Govern de Puigdemont no volverá —si vuelve— hasta después de los comicios del 21-D. Hasta entonces, no es raro escuchar por allí, en los corrillos y conversaciones entre empleados y clientes, una frase: «A ver si esto acaba ya».
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