Los incendios de Ávila tiñen de negro las aguas de los ríos por el exceso de cenizas

Después del incendio, de la tragedia, viene el páramo gris, la destrucción, la pérdida de vida,...

ATLAS ESPAÑA

Después del incendio, de la tragedia, viene el páramo gris, la destrucción, la pérdida de vida, todo se convierte en ceniza y después, con los montes todavía sin limpiar, llega la lluvia, que convierte los caudales en tintes negros. Por eso los vecinos, pala en mano, eliminan esta tóxica masa del río que les da de beber. Por ahora tendrán que beber de unas cisternas y tendrán que esperar para que esto vuelva a ser agua limpia. -Redacción-

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