Iglesias y Rivera apuestan por dos modelos opuestos para su futuro
Solo la grave crisis del PSOE parece haber evitado la vuelta del bipartidismo
En pocas semanas se cumplirán tres años de las elecciones europeas de 2014 en las que Podemos y Ciudadanos emergieron en el panorama político español. Por el camino han afrontado un intenso ciclo electoral a la vez que tenían que improvisar una estructura a toda velocidad. La repetición electoral del 26 de junio les pasó factura y los colocó en tendencia negativa, y solo la grave crisis del PSOE parece haber evitado el retorno del bipartidismo. Con la perspectiva de que no habrá un adelanto electoral de forma inminente, tanto Podemos como Ciudadanos han cerrado sus congresos nacionales y se han puesto a la tarea de construir unas estructuras más estables.
Podemos y los militantes
Desde la Secretaría de Organización de Podemos se han propuesto crear un censo de militantes más ajustado a su implantación real, tomando como base el municipio. Al no haberse presentado a las elecciones municipales de 2015 con su propia marca, Podemos tiene problemas para calibrar su implantación en muchas localidades
Podemos tiene una estructura militante diferente a la de los partidos tradicionales. Tan solo es necesario registrarse en la web para ser considerado inscrito y poder votar en los procesos internos del partido. A día de hoy cuenta con más de 480.000 inscritos, aunque algo más del 40% son considerados inactivos . En el nuevo censo que piensa elaborar, tampoco se establecerá una cuota, pero el partido va a demandar más datos.
Para empezar, habrá que registrar un DNI. Hasta ahora era suficiente con un nombre, una dirección, un correo electrónico y un número de móvil. Pero el objetivo de este mapeo es preparar las elecciones de 2019, como refleja el reglamento interno: «Son las personas con este más alto nivel de compromiso las que luego se necesitan para componer los órganos de dirección o las papeletas electorales, de modo que el mencionado mapa nos servirá para decidir dónde existe la potencia suficiente como para hacer un trabajo político con impacto tanto en la calle como en las instituciones». Además de sus datos, se les preguntará por su nivel de formación, su experiencia profesional y su grado de implicación. Con una pregunta clave: si estarían dispuestos a formar parte de las listas para la elección de cargos internos o para los próximos comicios.
El control de Rivera
En Ciudadanos se proponen edificar un partido más asemejado a lo tradicional. Pero el reto es hacerlo en paralelo a la construcción de un espacio político que no ha terminado de echar raíces en España: el centro . En ese objetivo uno de los retos es dotar de contenido a ese espacio, por eso la definición como partido liberal-progresista , porque reconocen que el centro se asocia positivamente con moderación pero negativamente con falta de ideas. Existe además una consigna para referirse al PP como «el partido conservador» para perimetrar su espacio.
El partido ha limpiado su censo de morosos . Llegó a superar los 30.000 pero en las recientes primarias el censo oficial era 21.000, descontando los impagos. En Ciudadanos los militantes pagan 10 euros al mes. La Secretaría de Organización asegura que la cifra, depurados los impagados, es ahora de 23.000 militantes. El partido va a diseñar en las próximas fechas sus comités territoriales, provinciales y autonómicos. Los afiliados elegirán las direcciones de su agrupación, pero en el comité autonómico, que será la dirección regional, las secretarías y el portavoz estarán designadas por la Ejecutiva nacional, que tendrá capacidad de decisión sobre los asuntos trascendentales. Aunque el día a día y la política local la gestionarán estos comités. Una descentralización a fuego lento de un partido de corte jacobino.
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