Iglesias desprecia la estrategia de Errejón y reabre la crisis de Podemos a cuatro días del 25-S
Defiende un tono agresivo frente a la apuesta de moderación del errejonismo
¿Ser amado o ser temido? El enfrentamiento sobre el control de Podemos y la estrategia del partido reorienta a Maquiavelo hacia una incógnita más drástica: ¿seducir o dar miedo? El secretario general, Pablo Iglesias, y el número dos, Íñigo Errejón, visibilizaron ayer públicamente sus profundas diferencias sobre lo que debe de ser Podemos en el futuro . La brecha abierta desde hace meses en la formación subió ayer un peldaño una vez ambos dirigentes se interpelaron públicamente a través de Twitter y tras un mitin de la campaña gallega. El lunes, el secretario de Organización del partido, Pablo Echenique , trataba de anticiparse a un rebrote de las divisiones internas definiendo como «un poco estéril» debatir si Podemos debe tener un tono más «duro» o «más dócil» o «amable». Intento a todas luces frustrado.
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Aunque Iglesias y Errejón coincidieron tras el 26-J en la necesidad de abrir una nueva etapa en Podemos, el secretario político ya dejó claro el 4 de julio, en la Universidad de verano de El Escorial , que «el Podemos que puede gobernar es menos impredecible, menos sexi, pero a la vez despierta menos incertidumbres y menos miedo». El diagnóstico realizado desde los sectores más cercanos a Errejón sobre las causas de la debacle electoral del 26-J apuntó ya en julio a que Podemos y su alianza con IU perdió un millón de votos en los comicios de junio por la actitud parlamentaria durante la breve XI Legislatura. Nunca se reconoció explícitamente, pero era una crítica que apuntaba al estilo agresivo desarrollado por Pablo Iglesias en sus negociaciones y relaciones con el PSOE.
Sinvergüenzas y corruptos
Iglesias ya mostró entonces su disconformidad con ese análisis, pero su respuesta a los planteamientos de Errejón ha tardado más de dos meses en llegar. Y lo hizo ayer en una de sus escasas presencias en la campaña gallega: «El día que dejemos de dar miedo a los sinvergüenzas, a los corruptos, a los responsables de la desigualdad, a los que se enriquecen a costa del sufrimiento de la gente, ese día seremos uno más, y no tendremos ningún sentido como fuerza política».
Sin referirse abiertamente a él, Errejón contestó a Iglesias a través de las redes sociales: «A los poderosos ya les damos miedo, ese no es el reto. Lo es seducir a la parte de nuestro pueblo que sufre pero aún no confía en nosotros». El secretario político insiste así en su idea de construir un Podemos que sea capaz de sumar a más gente, y entienden entre sus partidarios que eso se consigue solo con un nuevo estilo.
Lo plasmaba Jorge Moruno, responsable de discurso del partido y uno de los hombres fuertes del errejonismo: «Ya sabemos que no somos como ellos. El debate está en ver qué somos nosotros para conseguir que ellos sean menos y nosotros más». Personas cercanas a Errejón definían ayer así la esencia de su planteamiento: «Ir más allá de la mera exaltación del espíritu contestatario y expresar nuestras ideas de cambio de forma más atractiva para quienes desconfían de nosotros».
Pero el golpe más duro estaba por llegar. Iglesias contestó a ese tuit con una crítica que responsabiliza a los planteamientos del número dos como causa del fracaso electoral del 26-J, cuya campaña dirigió Errejón, y que bajo el lema «La sonrisa de un país» quiso plantear un mensaje transversal y optimista: «Sí compañero Errejón pero en junio dejamos de seducir a un millón de personas. Hablando claro y siendo diferentes seducimos más». La constatación palpable de que la formación cerró en falso en julio las divergencias respecto a las causas del fiasco electoral.
Encontronazo
El encontronazo entre ambos permitió visibilizar nuevamente las dos sensibilidades que habitan en el partido. El tuit de Errejón fue compartido por dirigentes como Rita Maestre, Sergio Pascual, Ángela Ballester o Nagua Alba . Por su parte, la guardia pretoriana de Iglesias se dio cita en la batalla. Irene Montero y Rafael Mayoral no rehuyeron el debate. Pero sin duda el más mordaz, como siempre, fue el fundador y exdirigente Juan Carlos Monedero: «Podemos no se hizo un hueco riéndole las gracias al 1%. Siendo plata en desigualdad por culpa del PP y el PSOE. ¿Seguimos sonriendo?».
El 9 de noviembre el partido renovará las direcciones territoriales de Andalucía, Extremadura y la Comunidad de Madrid, además de doce grandes ciudades. Un proceso que servirán de ensayo general para la Asamblea que en los próximos meses definiría el nuevo rumbo del partido. Pero Iglesias emprendió ayer un rumbo inequívoco en una dirección, haciendo suya la estrategia que recomendaba el autor florentino hace cinco siglos: «como los hombres aman según su voluntad y temen según la voluntad del príncipe, un príncipe prudente debe apoyarse en lo que es suyo y no en lo que es de otro». Se acabó el Iglesias socialdemócrata, vuelve el Iglesias auténtico.