Iglesias consolida una guerra de guerrillas para ganar espacios en el Gobierno
Fracasan los comités de crisis de la coalición porque los dos líderes solvetan los escollos
PSOE y Unidas Podemos (UP) hacen balance de su primer año de Gobierno. Hay cierto sabor agridulce por la certeza de que la crisis sanitaria condicionará la legislatura cuando ésta apenas ha empezado. Pero también dulce por haber aprobado los Presupuestos Generales del Estado , a falta de un par de trámites parlamentarios, con más apoyos de los logrados en la investidura.
Pero pese a ese balón de oxígeno, las cuitas en la coalición se han multiplicado en las últimas fechas. «Si lo comparas con el Gobierno anterior, las competencias de todos los ministerios de UP representan un ministerio y medio». El comentario de un alto mandatario del Ejecutivo ejemplifica cómo se ha encontrado Pablo Iglesias en Moncloa: atrapado en unas competencias por debajo del protagonismo político que requerían sus intereses. Las que necesitaría para no verse subordinado.
Desde el comienzo de la legislatura Iglesias dejó claro que no iba a ser un ministro más , y que iba librar todas las batallas en una negociación a dos bandos. Una tendencia que se acrecentó en los inicios de la pandemia en aquel maratoniano Consejo de Ministros que aprobó el primer estado de alarma. En el entorno de Iglesias son conscientes de que con los Presupuestos aprobados su capacidad de influencia se reduce. Pero el vicepresidente domina con artes la política del relato y confía en sobreponerse en esta nueva etapa.
A Iglesias no le tiembla el pulso para cargar contra cualquier ministro que considere amenaza
El anhelo de mayor autonomía circula ya en la opinión publicada porque corresponde al deseo manifestado en privado por un buen puñado de ministros socialistas. Sin embargo, uno de ellos matiza que «no es un deseo subjetivo» sino que «es algo objetivo».
«Invasión competencial»
Los comités de seguimiento del pacto han quedado superados por la relación entre Pedro Sánchez e Iglesias, que semanalmente pulen sus diferencias. El presidente ha concedido a Iglesias no pocas victorias en este tiempo . En Podemos confían en que la coalición siga andando conforme a esos parámetros. En el PSOE esperan aminorar esa dependencia que ha originado, según el diagnóstico de muchos de ellos, una «invasión competencial» de Iglesias .
Podemos suele utilizar filtraciones con fuertes críticas para presionar a los socialistas cuando algo no les gusta
El último ejemplo, quizá el más grotesco, fue el posicionamiento del vicepresidente con el Frente Polisario después de que rompieran el alto al fuego con Marruecos. Iglesias tuiteó a favor del referéndum amparándose en las resoluciones de la ONU y puenteando a la ministra de Exteriores y a otros cargos con competencias diplomáticas. La reivindicación de UPgeneró conflicto interno porque llegó en un momento delicadísimo, en plena crisis migratoria en Canarias y antes de una reunión de Interior con el Gobierno alahuí.
El vicepresidente desarrolla una guerra de guerrillas desde dentro del Ejecutivo. Selecciona sus batallas, las aísla y trata de llevar la discusión a un debate final entre él y Sánchez . Después de la escena en la que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, le pide que no sea «cabezón» por su empecinamiento en aprobar medidas sociales, Iglesias abonó su terreno con el consejo. «Pues sí, somos muy cabezones para cumplir lo que se firma», dijo el sábado en el CCE de Podemos.
La Ley de Libertades Sexuales
Pocos ministros socialistas se han librado de los choques. Los primeros fueron Carmen Calvo y Juan Carlos Campo a raíz de la ley Montero de cara al 8M. «En las excusas técnicas hay mucho machista frustrado», dijo Iglesias en marzo. Una pulla al titular de Justicia por sus dudas jurídicas con la Ley de Libertades Sexuales.
De fondo persiste un enfrentamiento estructural con la vicepresidenta económica, Nadia Calviño , a la que acusan de bloquear muchas de sus iniciativas. Uno de los conflictos más graves de la coalición ocurrió cuando Calviño mandó frenar en mayo el acuerdo para derogar la reforma laboral firmado entre PSOE, Podemos y Bildu en el Congreso. El enfado de la vicepresidenta forzó al PSOEa dar marcha atrás.
Con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, con la que existía buena relación, ahora hay «decepción». También con Margarita Robles. La secretaria del Estado de Agenda 2030, Ione Belarra, la acusó hace unas semanas de ser «la ministra favorita»de la derecha y «hacer daño» al Gobierno.
Belarra también fue la encargada de negociar con la Vicepresidencia de Transición Ecológica de Teresa Ribera la prohibición del corte de suministros básicos. Podemos culpó al PSOE de bloqueo hasta que los socialistas se han abierto a negociarlo estos días.
Con José Luis Escrivá, titular de Inclusión y Seguridad Social, existió una buena relación al principio de la pandemia porque se compartió el diagnóstico de cómo intervenir. Pero se deterioró con la gestión del Ingreso Mínimo Vital. En abril, Iglesias se anticipa a Escrivá y anuncia que se aprobará en unos días. Hace unas semanas, tildó de «inaceptable» los retrasos del IMV.
El último sondeo de GAD3 situó a Podemos con 15 diputados menos para beneficio del PSOE
Fórmulas de presión
Otro de las fórmulas de presión usadas son las filtraciones que suele hacer Podemos para apretarles las tuercas cuando algo no les convence. Ocurrió por ejemplo al final del verano con la ministra de Educación, Isabel Celáa, cuando cuestionaron su «liderazgo» para la vuelta al cole.
También se apoyan en los dirigentes del partido fuera del Gobierno para los temas más espinosos: portavoces como Pablo Echenique, Isa Serra, Rafa Mayoral o el presidente del grupo parlamentario Jaume Asens. En sus ataques contra la Corona, Mayoral defendió hace unos días que la Jefatura del Estado estaba «en manos de un irresponsable» y que el PSOE era «monárquico» . Iglesias también pidió «empujar» hacía una República.
El último sondeo de GAD3 situó a Podemos con 15 diputados menos para beneficio del PSOE. En el último CIS la caída de Podemos es más leve y se muestra menos desgaste.
Noticias relacionadas