EL OASIS CATALÁN

El holograma de Bruselas

El secesionismo –ríanse de los robots que generan fake news- domina el arte de propagar noticias falsas y manipular lo que convenga a mayor gloria de la causa

Miquel Porta Perales

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Visto. Una vocación sobrevenida: el secesionismo se preocupa por el Museo de Lérida. La Justicia –como el Vaticano- ha decidido que la Generalitat devuelva la totalidad de las piezas de Santa María de Sijena que, durante los primeros meses de la Guerra Civil, custodió. Y, luego, sin respetar el contrato de retracto, compró. Con la Ley en la mano, el Estado se dispone a cumplir la providencia judicial. El independentismo –sin novedad en el frente: la culpa es del 155 y todo por el voto- se niega y aduce que no se garantiza la conservación de las piezas. Traducción: Aragón no está capacitado para conservar las piezas. Lo dijo Nietzsche: hay organismos que tienden al supremacismo en virtud de la voluntad de poder.

Leído. El secesionismo –ríanse de los robots que generan fake news- domina el arte de propagar noticias falsas y manipular lo que convenga a mayor gloria de la causa. Todo vale. Ya sea el déficit fiscal, las resoluciones de la ONU sobre el derecho a la libre determinación, los informes de la Comisión de Venecia y la Fundación Konrad Adenauer o la permanencia en la Unión Europea de una Cataluña independiente. A ello sumen el incumplimiento de los Derechos Humanos en España. Incluso, hay juristas de “reconocido prestigio” que afirman que, la Constitución, contiene el “derecho a decidir” que invoca el nacionalismo. Jean François Revel: “La primera de todas las fuerzas que dirige el mundo es la mentira”. No les digo en Cataluña.

Observado. Cuando el secesionismo –de la necesidad virtud- iniciaba una tímida “autocrítica”, y parecía dispuesto a renunciar a la unilateralidad, aparece el holograma de Bruselas hablando de implementar la República (?) haciéndola efectiva (?) bajo la presidencia del Legítimo. Es decir, Él. El PDeCAT busca recambio y Puigdemont –que estaría preparando una sustitución distinta a la que propone su partido- sueña con aterrizar en España como si nada hubiera pasado. Más duro será el despertar.

El holograma de Bruselas

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación