Históricos de Ciudadanos tratan de evitar el «giro a la derecha»
No quieren que se «estreche» el campo ideológico y piden una votación secreta de ese capítulo de los estatutos
La IV Asamblea General de Ciudadanos está pasando casi desapercibida en comparación con la situación interna de Podemos o del PSOE. Pero es un congreso vital para Ciudadanos, en el que rubricará el tránsito de partido regional a partido nacional. Aunque ya lleva casi tres años en el ámbito de la política nacional, sus estatutos y sus estructuras son todavía las de los tiempos fundacionales.
Con Albert Rivera recién elegido presidente del partido en unas primarias en las que obtuvo el 87% de apoyo de los militantes pero con una baja participación (34%), la Asamblea no tiene grandes incentivos para el gran público.
Pero en ese tránsito de la adolescencia política a la madurez, Ciudadanos se ha embarcado en una redefinición ideológica que ha producido importantes tensiones con un núcleo importante de afiliados, afincados principalmente en Cataluña y caracterizados por ser y estar capitaneados en su mayoría por históricos del partido , muchos de ellos miembros desde la fundación, en 2006.
En la ponencia de ideario elaborada por la dirección, se define a Ciudadanos como «liberal-progresista» , eliminando la mención al «socialismo-democrático» que está presente en el ideario original todavía vigente. La dirección tendrá que hacer frente a una enmienda a la totalidad de su ponencia de ideario planteada por el grupo «Mejor Unidos» .
Esta plataforma lanzó un serio aviso al líder al lograr un compromisario más (27) que los que fueron elegidos bajo el paraguas de la candidatura de Rivera (26). Este grupo está impulsado por el antiguo número dos del partido, Jordi Cañas .
Otro de sus rostros visibles es el diputado autonómico catalán Sergio Sanz , que como miembro del Consejo General ya estuvo a punto en diciembre de tumbar la ponenecia de la dirección. Su enmienda salió derrotada por 20 votos a 23.
Este grupo se opone a este campo porque creen que significa «estrechar el campo ideológico del partido» y alejarse de las aspiraciones a la centralidad. Creen además, que Albert Rivera está intentando consolidar el espacio electoral del partido en el centro-derecha.
«No hay motivo para el cambio. Hemos crecido y cohabitado por nuestra capacidad para representar una ideología amplia» , señala un miembro de este grupo. Opinan así incluso algunos consejeros y cargos públicos que sin definirse como socialdemócratas entienden que esa pluralidad era «una riqueza» del partido.
Tanto desde «Mejor Unidos» como desde la dirección aseguran que las expectativas de transaccionar las enmiendas y evitar la votación no son muy altas . La Asamblea se divide en tres ponencias, y en esta de ideario la dirección va a colocar a Albert Rivera y a Juan Carlos Girauta para defender el cambio en la definición. Una de las aspiraciones de estos compromisarios es que la votación sea secreta y no a mano alzada. Lo será si lo pide un quinto de los compromisarios.
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