Curri Valenzuela - CHISPAS
Hasta el 2020
Mariano Rajoy se irá de vacaciones el 28 de julio con el mal sabor de boca de comparecer dos días antes para hablar de la corrupción del PP en la Audiencia Nacional pero con la tranquilidad de saber con certeza que la actual Legislatura durará hasta 2020 a pesar de estar obligado a gobernar con una minoría parlamentaria sin precedentes.
El hito que otro presidente habría celebrado con champán, pero no este, que ni brinda con champán ni celebra esas cosas, se produjo ayer, cuando el Congreso aprobó el techo de gasto con los 176 votos con los que hace escasas semanas sacó adelante los Presupuestos Generales del Estado de este año. Un preludio de que va a ocurrir lo mismo con los Presupuestos del año que viene, lo que le permite asegurar su estancia en La Moncloa hasta el 2020 y así convertirse, por una circunstancia colateral, en el segundo presidente del Gobierno que mas tiempo ha permanecido en el poder: 9 años de Rajoy tras los 13 y medio de Felipe González .
Lo que queda de Legislatura no es un camino de rosas para el Gobierno, que ya sabe que no puede evitar sobresaltos con sus 137 diputados, casi 30 menos de la mayoría absoluta. Pero, dice un ministro, «no serán sustos, serán sustitos», que se producirán sobre todo cuando toda la oposición se una para sacar rédito a la corrupción del PP que sigue y previsiblemente seguirá aflorando, aunque provenga del pasado.
Ningun líder político va a admitir en público que la Legislatura va para largo, pero todos lo dan por hecho en voz baja y se nota que lo aceptan por su manera de actuar. Pedro Sánchez se va a seguir negando a aprobar los Presupuestos venideros pero, como le recordará Podemos, continúa permitiendo que el diputado de Nueva Canarias que salió elegido en sus listas se convierta en el apoyo 176 cuando le hace falta al Gobierno; Pablo Iglesias necesita tiempo para lograr su meta de convertirse en líder de la oposición.
Albert Rivera , consciente de que la baza de Rajoy consiste en continuar con sus logros económicos, ha desviado su estrategia y se dedica a reivindicar su papel decisivo en las bajadas de impuestos y las ayudas a los autónomos en lugar de limitarse a hablar de corrupción. El presidente le dejará que se apunte los tantos que quiera. De momento solo espera hacer las maletas para pasar, Cataluña mediante, tres semanas en Sanxenxo, sus primeras vacaciones tras dos veranos con la presidencia en el aire.
