Hablan los pioneros de la Constitución
Desde mañana, ABC entrevista a destacados líderes de la Transición sobre el actual desafío a la Carta Magna
En cualquier otro país del mundo serían tratados con una admiración reverencial. Como los héroes que son: responsables de que en solo tres años España pasara de una dictadura a una democracia con una Constitución equiparable a cualquiera de nuestro entorno y que abrió la nación no solo a las libertades, sino también a Europa. A diferencia de los actuales, los políticos que a partir de mañana se asoman a estas páginas coincidiendo con el cuatrigésimo segundo aniversario del referéndum que avaló mayoritariamente la Carta Magna, fueron capaces de entenderse pese el traumático escenario en el que les tocó vivir : los años de plomo de ETA, con el mayor número de asesinatos en 1978 (65), 1979 (86) y 1980 (93), conscientes los terroristas de que un incremento de su actividad criminal podría hacer saltar todo por los aires. Los pioneros de la Transición pudieron con ello y también con una grave crisis económica (inflación por encima del 20 por ciento y aumento exponencial del número de parados) que capearon con los Pactos de la Moncloa.
Unos pactos y un consenso que todos ellos echan en falta en el panorama actual, dominado por un cainismo que aparcaron personas tan alejadas ideológicamente como Fernando Suárez , último ministro de Franco que queda vivo, y Nicolás Sartorius , imputado en el proceso 1.001 de Burgos; políticos aparentemente tan irreconciliables en aquel trascendental momento histórico como Rafael Arias Salgado , mano derecha de Suárez, y Ramón Tamames , hombre fuerte para asuntos económicos de Santiago Carrillo. Como indica Antonio Garrigues Walker , la democracia «consiste en convivir en el desacuerdo». Una convivencia que todos ellos lamentan que se haya perdido 32 años después. Más aún: «Todo el afán actual de derogar la Constitución es muy grave y supondría una regresión», asegura Soledad Becerril , mientras Ignacio Camuñas ofrece como solución «un acuerdo para reestructurar el pésimo funcionamiento del Estado autonómico».
Advierte José Ramón Caso sobre el desafío populista a la democracia: «Hay populismos que juegan a cavar trincheras con la palabra y la acción política, y eso puede derivar en una polarización brutal de la sociedad». Unos temores sin precedentes en la larga vida de Marcelino Oreja : «Nunca me había sentido -reconoce- tan preocupado. Hay dos objetivos claros: la Corona y la Iglesia».
Fernando Suárez (AP)
«Nosotros podemos decir con todo orgullo que fue el primer cambio de régimen sin violencia alguna, por acuerdo nacional»
Antonio Garrigues Walker (PDL)
«Me preocupan medidas como la reforma del poder judicial o la Comisión de la Verdad. Son malas para la democracia»
Rafael Arias-Salgado (UCD)
«Nunca pensamos que con el consenso que suscitó se iba a cuestionar el pacto constitucional. Nos equivocamos»
José Ramón Caso (UCD y CDS)
«A las nuevas generaciones la Guerra Civil les importa un bledo. Lo que les preocupa es encontrar empleo»
Ramón Tamames (PCE)
«Don Juan Carlos tuvo un gran papel. Lo que está saliendo ahora a la luz no debe tapar lo que hizo entonces»
Soledad Becerril (UCD)
«La intromisión que está ejerciendo el Gobierno en la Justicia sólo se da en los regímenes totalitarios»
Nicolás Sartorius (PCE)
«En lo fundamental, la Constitución sigue siendo válida. Los que hacen de ella una bandera se equivocan»
Marcelino Oreja (UCD)
«Nunca me había sentido tan preocupado en mi vida. Hay dos objetivos claros: la Corona y la Iglesia»
Ignacio Camuñas (UCD)
«Derribando la Monarquía se derriba la Constitución de 1978 y se abre un proceso constituyente. Eso es lo que se pretende»
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