Hablamos con el guardia civil que salvó al bebé de Rianxo

Vemos a la abuela como sube con la niña de un año en el carrito. Se para, deja el carro fuera y entra en la farmacia. Los frenos se desbloquean, y el carro tras girar empieza a coger velocidad con el bebé dentro. El desnivel de la calle es importante. Alguien tenía que reaccionar. Y para eso estaba ahí Primitivo, un guardia civil de Rianxo, La Coruña. El carrito coge velocidad, pero los reflejos de Primitivo también son rápidos. Lo ve y sale corriendo detrás. Este Guardia que estaba en la puerta del cuartel consigue parar el carro a unos 40 metros cuesta abajo. Sin se fijan suben varios coches por la calle. Algo debió de fallar en los frenos. Susto en el peor sitio posible, pero con la mejor reacción que se puede tener.