De Guindos: «Ningún hipotecado pagará más con el nuevo cálculo del Euribor»

El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, durante la entrevista ÁNGEL DE ANTONIO

Mª J. PÉREZ / Y. GÓMEZ

A partir de julio el Euribor tendrá un nuevo método de cálculo, ¿qué impacto tendrá sobre los hipotecados?

El Euribor es un índice privado. El tipo de interés al cual se prestan los bancos en el mercado interbancario. Tras el caso de manipulación que hubo con el Libor, se decidió pasar de un sistema de comunicación -el actual-, a uno de transacción real. Es un cambio de metodología, no es un cambio de índice, en el que se tomarán como referencia las transacciones reales que se han producido a diferentes plazos (3, 6, doce meses...), observando a qué tipos se han ejecutado. Ese es el cambio, pero mide lo mismo. Hemos observado que el Euribor basado en transacciones estaría ligeramente por debajo del Euribor basado en comunicaciones, aunque tendría más volatilidad. Ahora bien, cualquier cambio de metodología tiene que ser autorizado por el Ministerio de Economía. Por lo tanto, Economía garantizará que la nueva metodología no genere el más mínimo perjuicio para ningún deudor hipotecario.

¿Llegarán a pagar los bancos a los hipotecados? El Euribor ya está en negativo.

No creo que se llegue a esa situación. Las hipotecas están referenciadas al Euribor más un diferencial, que de media está situado entre el 0,6 o el 0,7%.

Que los bancos centrales estén reforzando su política expansiva ¿indica que la situación macroeconómica, lejos de mejorar, empeora?

Estamos en un territorio de política monetaria absolutamente nuevo, sobre todo, en Japón y Europa, con tipos de interés en negativos. Los bancos centrales han anunciado medidas de inyección de liquidez fundamentalmente para fomentar la concesión de crédito que, como todos sabemos, tienen sus efectos colaterales. Surgen dudas respecto a qué va a pasar con la rentabilidad de los seguros y de los fondos de pensiones, con la de los depósitos, con el futuro de los propios ahorradores…

No es un mensaje muy halagüeño...

Son medidas extraordinarias en circunstancias muy específicas. Y en esta ocasión, la principal preocupación era salvar un contexto internacional con desaceleración económica y muy baja inflación. Si en Europa volviéramos a dar signos claros de desaceleración en el crecimiento, se pondría de manifiesto que nos hemos quedado ya sin capacidad de respuesta. El problema es no solo que se agota la capacidad de maniobra de la política monetaria, sino que existe la necesidad de actuar de nuevo pero ya con reformas estructurales. El mensaje que recibimos tras la bateria de medidas lanzadas por Draghi es que la política monetaria está rebasando sus límites. Si hiciéramos más no tendrían el mismo efecto que los iniciales, porque el efecto marginal de expansiones adicionales es cada vez más débil.

¿Y para qué tanta liquidez en los mercados, si sigue sin concederse crédito?

Para aumentar la productividad lo que se necesita es eliminar dificultades desde el punto de vista de la inversión, y que la rentabilidad esperada sea superior. Hoy, en Europa, hay muchísima liquidez, y no hay restricción crediticia. Sí hay dificultades para identificar proyectos rentables de inversión privados.

Los bancos no lo están pasando muy bien en este escenario. ¿Pueden tener de nuevo problemas?

Las últimas medidas del BCE han intentado tener en consideración el potencial impacto negativo sobre los bancos. Se ha creado una nueva ventana de liquidez, el llamado «TLTRO II», que paga a las entidades por endeudarse. Es una de las medidas más enfocadas a elevar el crédito, ya que los bancos tendrán que demostrar que prestan esos fondos para poder adherirse a este tipo de financiación. Los cálculos que tenemos es que, en España, con esta nueva ventana se podría llegar a proporcionar unos 200.000 millones de euros, con tipos de interés entre cero y -0,4%,una medida, por tanto, favorable desde el punto de vista del margen de intermediación. Es más, creo que el BCE la ha aprobado para minimizar el impacto que tienen los tipos negativos sobre los bancos.

Y ¿qué otras medidas del BCE benefician a España?

La compra de bonos corporativos también beneficiará a las empresas españolas. Los cálculos que hemos hecho es que el universo de elegibles en España estaría en el entorno de los 55.000 millones de euros y como compran un tercio, podrían comprar unos 20.000 millones.

¿Con un entorno de tipos de interés cada vez más bajos, ¿cree que ahora sí ha llegado el momento de nuevas fusiones bancarias?

La banca española ha dejado de estar ya en el foco de atención, y de preocupación del sector en Europa. A partir de ahí, el entorno de tipos de interés negativos o a cero es complejo para los bancos, y serán ellos los que tendrán que tomar sus decisiones y buscar como objetivo la rentabilidad.

¿Cree que es necesario reformar el sistema de supervisión, como propone el subgobernador?

Sí creo que sería adecuado convertir la Dirección General de Seguros en un comisionado con una estructura de agencia independiente, como existe en otros países, y que dejara dedepender del Ministerio de Economía. Aunque no ha habido ningún problema se supervisión en el sector.

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