Guerra subterránea soberanista por la negociación con el PSOE
Los republicanos ya denunciaron que el voto de JpS podía «venderse barato»
![Pedro Sánchez y Carles Puigdemont, en el encuentro que mantuvieron](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2016/04/08/puigdemont-sanchez--620x349.jpg)
La participación de los partidos soberanistas en un acuerdo para facilitar la investidura de Pedro Sánchez siempre ha estado sobre la mesa, y la demanda de celebración de un referéndum en Cataluña como condición es más bien un punto de partida para la negociación que un objetivo realista y alcanzable. Sobre esta tesis fue acogida ayer la información publicada por ABC respecto al acuerdo entre PSOE y CDC para garantizar el apoyo de los segundos a la investidura a cambio de que el futuro gobierno de Pedro Sánchez alivie la presión de Hacienda sobre Cataluña, dejando en un cajón la petición de un referéndum.
La airada reacción del jefe de Democràcia i Llibertat en el Congreso, Francesc Homs –«cuánta mentira y cuánta intoxicación»– no es ajena al malestar que hay en el polo soberanista, en lo que se interpreta que es una guerra subterránea entre CDC y ERC para no aparecer como excesivamente sumisos en unas negociaciones que, de hecho, ni han empezado.
Fuentes de ERC ya expusieron a este diario en el arranque de las conversaciones –antes de fraguar el principio de acuerdo PSOE-C’s– su percepción de que la disposición de CDC a «venderse barata» era muy alta. Del mismo modo, reconocían que si salía adelante un acuerdo PSOE-Podemos, condicionado a la abstención de los soberanistas, la presión sobre ellos para facilitar el relevo en el Gobierno, a costa incluso de transigir con el referéndum, sería altísima.
Desde el PPC, Santi Rodríguez, portavoz adjunto en el Parlament, señala a ABC que el acuerdo PSOE-CDC se explica en primer lugar por la desesperación de Pedro Sánchez: «Sánchez sabe desde el primer momento que, o consigue ser presidente del Gobierno, o su carrera política está acabada. Ha intentado un pacto con Ciudadanos para aplacar a su partido, pero cuando ha visto que eso no es suficiente probará lo que sea, incluido buscar el apoyo del independentismo». Respecto a CDC, Rodríguez apunta que el partido de Artur Mas y Carles Puigdemont trata de buscar una salida también desesperada para recuperar espacio y protagonismo político, aunque eso sea a costa de renunciar a la consulta, como apuntó ABC en su edición de ayer: «Les da igual, todo es teatro».
En este contexto de desconfianza en el soberanismo, cayó muy mal en las filas de CDC el hecho de que Oriol Junqueras escondiese al presidente Puigdemont su encuentro con el socialista Sánchez. Junqueras defendió la reunión –«es bueno que existan estos puentes»– pasando por encima del malestar en CDC: «Lo que se nos podría reprochar es que no lo hiciéramos».