Gobierno y PSOE abren el camino al diálogo con Cataluña si se detiene el 1-O

Visibilizan su entendimiento aprobando en el Congreso la comisión para el estudio del modelo territorial

Rivera se distancia de ese entendimiento y apunta a que Puigdemont y Junqueras no son interlocutores válidos

Rafael Hernando y Margarita Robles conversan en el Congreso de los Diptuados EFE

Si la Generalitat de Cataluña quiere negociar con Madrid podrá hacerlo. Pero eso sucederá una vez superado el 1 de octubre o previa desconvocatoria del referéndum ilegal . Esta es la condición que marcan tanto el Gobierno como el PSOE subrayando que, en ningún caso, el Estado de Derecho puede ceder al chantaje y ofrecer a la Generalitat contrapartida alguna a cambio del abandono de la consulta.

Ahora bien, una vez de vuelta a la legalidad el Ejecutivo de Mariano Rajoy estará dispuesto a estudiar cualquier propuesta de negociación con Cataluña. Lo aseguraron ayer hasta tres ministros distintos: Íñigo Méndez de Vigo, Luis de Guindos y Rafael Catalá . Solo hay una línea roja: el referéndum. Todo lo demás será negociable, incluyendo una reforma de la Constitución, aunque desde el PP, Pablo Casado , concretó que su partido «no propone la reforma de la Constitución, pero si algún grupo quiere promoverla debe plantearlo en el Congreso», y que ellos participarán en ese debate.

El plan en que coinciden tanto PP como PSOE no apunta tanto a la Carta Magna como a la financiación autonómica. Y, en concreto, al Pacto Fiscal que en 2012 reclamó el expresdiente de la Generalitat, Artur Mas , al jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, en La Moncloa. Aunque tanto PP como PSOE creen que hay margen para mejorar la financiación de Cataluña sin llegar tan lejos. «En 2012 estábamos en medio de una crisis y centrados en evitar el rescate de España... Pero ahora la situación ha cambiado, tenemos más espacio fiscal, tenemos una recuperación, y eso abre nuevas oportunidades para la discusión», subrayó Guindos en una entrevista concedida a Financial Times. En la misma recordaba que «Cataluña ya tiene mucha autonomía», pero abría la puerta a «una reforma del sistema de financiación y otros asuntos».

La respuesta de los independentistas no se hizo esperar: el único diálogo que esperan es sobre el referéndum. El portavoz del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano , desdeño con un mal gesto cualquier oferta de aumentar la financiación y e insistió en tener lo mismo que en su día tuvieron Quebec y Escocia: un referéndum autorizado.

Para esta formación la vía del diálogo estará siempre abierta pero para conseguir este único objetivo. Aun así, Méndez de Vigo subrayó que tras el 1 de octubre el Gobierno abrirá una ronda de contactos con el resto de partidos para buscar fórmulas de encaje para Cataluña. El portavoz del Gobierno mencionó expresamente «que hay encima de la mesa una propuesta del PSOE» para constituir en el Congreso una comisión sobre el modelo territorial.

«El PP se ha movido»

En privado, fuentes de Ferraz expresan su satisfacción porque interpretan en el Gobierno y en el PP que «se han movido» en sus posiciones para defender espacios de diálogo. Ponen de ejemplo el apoyo de los populares a la creación de esa comisión, que ayer se aprobó definitivamente por la Mesa del parlamento. «Cuando se lo proponíamos hace semanas no querían ni oír hablar del tema », señalan fuentes de la Ejecutiva. Otro alto dirigente de Ferraz advierte «un antes y un después» en el PP tras el día de ayer, una vez las posibilidades logísticas para celebrar el referéndum parecen haber quedado definitivamente abortadas.

Gobierno y PSOE también coinciden en el mensaje a enviar a la Generalitat. Es quien ha salido de la ley quien debe volver a ella. Casado, en la misma línea, subrayó que aún hay tiempo para «parar el referéndum». Las elecciones anticipadas también forman parte del plan del Gobierno, que en privado confía en que se produzcan en un plazo de tres o seis meses. El número tres del PP, Fernando Martínez Maillo fue muy preciso respecto a los tiempos: «A partir del día 1, el dialogo dentro de la Constitución y las leyes es posible».

Este discurso está en la línea del que se quiere transmitir desde el PSOE. Tanto el secretario de Organización, José Luis Ábalos , como la presidente socialista, Cristina Narbona , insistieron en pedir al Gobierno de la Generalitat que «desconvoque el referéndum del 1 de octubre». Ese sería el paso previo para iniciar un «diálogo político». Que el 1 de octubre no haya nada parecido a una votación y que no haya una declaración unilateral de independencia son ahora los objetivos. Las apelaciones a que Puigdemont tire la toalla con la apuesta de abrir el diálogo como contrapartida es común en Ferraz y en Génova.

No la comparte de igual modo Ciudadanos, que pone el acento en que Oriol Junqueras y Carles Puigdemont ya no pueden ser interlocutores válidos de cara a un diálogo: «Sería un error como demócrata dialogar con los que no respetan la democracia». De hecho, Rivera plantea ya abiertamente que «Puigdemont y Junqueras no son parte del diálogo, ni pueden serlo», apuntando a que tampoco lo serán aunque el 1-O no se produzca porque «seguramente han cometido delitos».

Gobierno y PSOE abren el camino al diálogo con Cataluña si se detiene el 1-O

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