El Gobierno sitúa la «marcha atrás» de Puigdemont en el giro independentista hacia la «normalidad»

La Moncloa no se plantea una prórroga del 155 y quiere devolver el autogobierno «a la mayor celeridad»

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, en el Congreso JAIME GARCÍA
Mariano Calleja

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El Gobierno de la Nación mantiene un perfil bajo en la intervención de la Generalitat de Cataluña , en aplicación del artículo 155 de la Constitución. No quiere ruido, ni polémica, y se limita a observar cómo los independentistas van asumiendo la legalidad, se presentan a las elecciones autonómicas y responden ante la Justicia. En ese contexto, fuentes de La Moncloa señalaron que la «marcha atrás» de Puigdemont, al admitir «otra relación con España» como alternativa al independentismo, no deja de ser otra señal del giro de los independentistas para aceptar la legalidad.

En La Moncloa están observando cómo el escenario en Cataluña va entrando poco a poco en la normalidad y en el orden constitucional . No solo por las rectificaciones que se están viendo entre los independentistas, la última la de Puigdemont al aceptar otra vía alternativa, sino porque todos los partidos, sin excepción, han aceptado participar en unas elecciones autonómicas, que se basan en la legalidad nacional.

En este contexto, en el Gobierno creen que la situación «excepcional» de aplicación del 155 en Cataluña no se prolongará ni un día más de lo estrictamente necesario. En cuanto se forme un nuevo Gobierno autonómico, el 155 decaerá. Y si ese nuevo Ejecutivo comete algún acto contra la Constitución, el Gobierno lo llevará ante el Tribunal Constitucional. El 155 no será un comodín que se use de forma inmediata de nuevo.

La intención del Gobierno de la Nación es confiar en que todo vuelva al cauce de la legalidad, estar vigilantes de cada paso que se dé , y si es necesario recurrir de nuevo ante el TC . Un nuevo requerimiento al futuro presidente de la Generalitat, con autorización previa del Senado, es algo que ni se plantean en este momento, y que sería la consecuencia de otra situación extrema como la que se vivió en octubre, con una declaración de independencia.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría , insistió ayer por la noche, en una entrega de premios económicos, que el objetivo del Gobierno es revertir la situación que han creado los independentistas en Cataluña, recuperar la pujanza de esta Comunidad, y restaurar la legalidad «a la mayor celeridad» posible. El Gobierno no quiere estar ni un día más de lo imprescindible al frente de las funciones de la Generalitat, una posición que le incomoda y que quiere devolver lo antes posibles.

El Gobierno sitúa la «marcha atrás» de Puigdemont en el giro independentista hacia la «normalidad»

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