El Gobierno prevé cerrar las embajadas catalanas antes de que acabe el año
Las primeras delegaciones clausuradas fueron las netamente políticas: Viena, Ginebra, Roma y Lisboa
El Gobierno prevé que el proceso de cierre de las delegaciones de la Generalitat en el exterior , iniciado con la aplicación del artículo 155 de la Constitución , esté terminado antes del 31 de diciembre, según fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación consultadas por Europa Press.
De hecho, aunque los 34 trabajadores de las oficinas fueron despedidos a finales de noviembre, en algunos casos la fecha del despido es el 31 de diciembre , porque son ellos encargados de rescindir los contratos de alquileres y suministros y tramitar los cierres físicos de las oficinas.
La semana pasada, durante su comparecencia en el Senado, el secretario de Estado de Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro , precisó el coste de las llamadas embajadas de la Generalitat en proceso de cierre o ya clausuradas, como la de Estados Unidos, con 1,1 millones de euros, o la de Ginebra, 760.000.
Bermúdez de Castro ofreció estas cifras para rebatir el argumento de que estas delegaciones tenían un bajo coste; a esas dos cifras añadió el coste de Portugal (450.000 euros), Francia (895.000 euros), Alemania (500.000 euros), Italia (738.000), Austria (700.000), Dinamarca (520.000 euros) y Polonia (500.000 euros); el coste de estas nueve embajadas asciende a 6.163.000 euros.
El secretario de Estado aseguró además que en aplicación del artículo 155 de la Constitución no se ha cerrado ninguna delegación turística, comercial o cultural de Cataluña , sino las circunscritas a la actividad política. El Gobierno decidió dejar operativa la de Bruselas —aunque cesó al delegado—, y las primeras que clausuró fueron las netamente políticas: Viena, Ginebra, Roma y Lisboa.
«Se circunscribían al ámbito diplomático, a hablar mal de España», dijo Bermúdez de Castro, que ha insistido en que el Gobierno respeta el trabajo cultural o comercial que realizan las comunidades autónomas.
También la secretaria de Estado de Comercio, María Luisa Poncela , dejó claro a finales de noviembre en el Senado que no se ha cerrado ninguna de las oficinas comerciales de la Generalitat; las 42 oficinas de Acció, dijo, siguen abiertas y «trabajando con normalidad».
Bermúdez de Castro también explicó ante la Comisión que evalúa la aplicación del 155 que se intentó que la Generalitat recolocase a los 34 trabajadores de estas delegaciones despedidos y que así se le reclamó al número dos de la Consejelleria de Relaciones Exteriores de la Generalitat, Aleix Villatoro , al frente del departamento tras la destitución del titular, Raül Romeva . Según Bermúdez de Castro, «era un drama echarlos en Navidades», pero el responsable catalán no hizo nada, porque es algo «que no hacía ruido».
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