El Gobierno fía los Presupuestos de 2017 a una abstención parcial del PSOE
La Moncloa no descarta mantener la prórroga de las cuentas actuales si no hay un pacto que garantice los pilares
A punto de que se cumpla el primer mes de prórroga de los Presupuestos , las cuentas del 2017 siguen completamente en el aire. El Gobierno mantiene su decisión de buscar un acuerdo con la oposición que asegure su aprobación en el Congreso , y evite así una derrota que haría temblar la estabilidad del Ejecutivo y extendería una imagen de desconfianza en el exterior. Si no hay acuerdo, en La Moncloa ya no se oculta que se prefiere la prórroga de las cuentas de 2016 a sufrir un fuerte revés parlamentario .
En el Foro ABC , Rajoy aseguró que el «sí» del PSOE no era necesario. Pero ayer el Gobierno completó el argumento: valdría con la abstención, algo que confirmó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Congreso. En todo caso, el Gobierno confía en algún tipo de acuerdo con los socialistas, «público o privado, de mínimo o de máximos, activo o pasivo» , que garantice que la mayoría parlamentaria no dé la vuelta a las partidas troncales durante la tramitación parlamentaria de los Presupuestos, según las fuentes de La Moncloa consultadas.
El Gobierno tiene a vanzadas las conversaciones con Ciudadanos y Coalición Canaria , como adelantó Rajoy. Serían 170 votos, que siguen siendo insuficientes. Las negociaciones con el PNV y el PSOE están, de momento, en una fase muy preliminar, pero Rajoy quiere intentarlo hasta el final.
El Gobierno quiere evitar dar pasos en falso con un proyecto de ley que es el más importante del año , el primer gran examen al que se somete tras las elecciones. En La Moncloa son conscientes de que el «sí» del PSOE será casi imposible. Por eso, no descartan incluso que los socialistas presenten una enmienda a la totalidad de los Presupuestos. Para este caso necesitan el acuerdo con los cinco diputados del PNV. Los 175 votos del PP y sus aliados frenarían las enmiendas a la totalidad. La primera batalla estaría así ganada, pero quedaría la definitiva, la de las enmiendas parciales, con las que la oposición puede dar la vuelta a unos Presupuestos como a un calcetín.
Partidas troncales
Ahí es donde el Gobierno espera c ierta «complicidad» de los socialistas , para que las partidas troncales, las que aseguren la senda de consolidación fiscal y las líneas generales de la política económica, se respeten. «Necesitamos una garantía de que luego, a través de una serie de enmiendas parciales, el Presupuesto no va a ser transformado y desnaturalizado hasta quedar desconocido. No pueden obligar al Gobierno a gobernar con los Presupuestos de otros», advierten en La Moncloa.
Por eso, en el Gobierno admiten que será «muy difícil» sacar adelante las cuentas sin algún tipo de acuerdo con los socialistas . «Sería muy arriesgado». El acuerdo podría oscilar entre un compromiso de no tumbarlos, con alguna contrapartida, hasta un pacto de máximos, que es la opción menos probable.
A puerta cerrada, los populares lo ven muy complicado. «Va a ser muy difícil que decidan oponerse a las enmiendas de Podemos porque la presión será atroz, pero si no lo hacen no vendrán los Presupuestos porque el Gobierno no puede traer a la Cámara un proyecto y arriesgarse a que después se apruebe otro completamente diferente», reflexionan fuentes del Grupo Popular.
Desde el PNV se avisa al Gobierno de que necesitan «más» para llegar a un acuerdo. «La retórica que estamos encontrando en el Gobierno es buena pero no se corresponde con lo que hace después en la práctica. Venimos de una relación muy deteriorada, con invasiones de competencias que ahora se tienen que restaurar pero a cambio de nada, porque es nuestro derecho. Esto se tiene que producir antes de seguir adelante», subrayan fuentes de este partido.
Todo ello está extendiendo en el Congreso la intuición de que el Gobierno llevará a cabo las negociaciones pero que, finalmente, optará por no remitir el proyecto al Parlamento . En esta sensación coinciden fuentes de las negociaciones de los potenciales aliados del PP: tanto del PSOE como del PNV.
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