El Gobierno insiste en burlar al Senado y al TC pese la ofensiva de PP y Cs
La ministra Montero prepara el proyecto sin tener certeza sobre qué senda de déficit descansarán
Ni el presidente del PP, Pablo Casado, ni el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, están dispuestos a cruzarse de brazos y permitir que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, retire la posibilidad de veto del Senado sobre la ley de Estabilidad Presupuestaria sin presentar batalla. Así que tan solo unas horas después de que el Grupo Socialista colase su propuesta de reforma mediante una enmienda en una ley relacionada con la violencia machista, Ciudadanos recurrió su admisión ante la Mesa de la Comisión de Justicia. Éste será solo el primer paso. Si no logra ser escuchado, recurrirá después ante la Mesa del Congreso , el órgano parlamentario que tiene la potestad última para determinar si una enmienda es anticonstitucional o traspasa los límites del derecho de enmienda.
Juega en su favor que el PP y Ciudadanos tienen la mayoría de la Mesa del Congreso, pero si incluso aquí tampoco logrará su objetivo, Albert Rivera está dispuesto a disparar una última bala y plantar cara a Sánchez en el Tribunal Constitucional. «Se violan los derechos de los diputados», aseguró ayer Rivera denunciando que Pedro Sánchez se ha revelado como un presidente «sin escrúpulos» que aprovecha cualquier vericueto para mantenerse en La Moncloa, informa Itziar Reyero. Ambas vías son reglamentarias pero los letrados coinciden en que tiene más opciones de éxito el camino emprendido por Rivera. De hecho, existen varios precedentes de inadmisión de enmiendas a través de la Mesa del Congreso. Sin ir más lejos en la reforma exprés del artículo 135 de la Constitución pactada por PP y PSOE en 2011 y el Tribunal Constitucional ha otorgado a la Mesa del Congreso gran libertad de valoración en sus sentencias.
Pero fuentes parlamentarias del PSOE negaban ayer esa vía, limitando la competencia para evaluar la comisión de Justicia, que preside la socialista Isabel Rodríguez y en la que los dos miembros del PSOE con el representante de ERC tienen mayoría. «Entendemos que no hay recurso posible a la Mesa del Congreso sino a la de la comisión», aseguran en el PSOE . En el PSOE están ajustando al máximo el calendario para elevar cuanto antes al pleno la ley sobre violencia machista que incluye la enmienda. «Ha recibido el suficiente estímulo», dicen en el PSOE sobre el papel de Rodríguez como presidenta de la comisión de Justicia para aligerar el ritmo. La primera previsión es que pueda llegar al pleno en unas tres semanas. En este sentido, fuentes del Ejecutivo mostraban ayer su confianza en que fracasen los intentos de PP y Cs en el Congreso, aunque sí cuentan con un bloqueo del PP en el Senado que «como mucho podría ser de dos meses», dicen. Aunque creen que debería ser incluso menos porque «vamos a pedir trámite de urgencia y no se pueden negar a ello», insisten desde Hacienda. Desde el departamento de María Jesús Montero se manifiesta que «no pasa nada» si a cambio de tener los nuevos objetivos de estabilidad hay que retrasar unas semanas la presentación del proyecto de Presupuestos para 2019. Pero si se percibe que el escenario se complica «lo presentaremos con la senda anterior». Su intención es «tener el Presupuesto construido» para después ver sobre que senda de estabilidad se basan, ya que el impacto de los nuevos objetivos de déficit en el Presupuesto es de solo una décima. Y la idea sigue siendo poder presentarlos a finales de noviembre o principios de diciembre.
El presidente de Cs movía ficha así antes que el líder del PP, aunque fue éste el que anunció a primera hora de la mañana que recurriría en amparo ante la Mesa del Congreso para intentar placar la estrategia de Sánchez. Se lo espetó al propio presidente en el cara a cara que mantuvieron en la sesión de control del Congreso, donde comparó las tácticas con las del régimen venezolano de Maduro. «Quieren amordazar al Senado», denunció Casado.
Sánchez defendió la legalidad de su actuación y exigió al líder del PP que se comporte como «un demócrata» y admita la reforma de la Ley de Estabilidad por la vía de urgencia y en lectura única. Un procedimiento que no tiene precisamente efectos democráticos, sino más bien lo contrario. Elimina la capacidad de negociación de la oposición con el Gobierno y la transacción parcial a lo largo de la tramitación.
Así pues, la batalla está servida y aunque Sánchez está hoy más cerca de aprobar la reforma de la Ley de Estabilidad por la vía exprés que ayer, aún no puede apuntarse la victoria. De momento, habrá que esperar a la respuesta que la Mesa de la Comisión de Justicia envíe a Ciudadanos, pero ello no evitará que la tramitación empiece a retrasarse y el tiempo juega en contra de Sánchez, que debe cumplir sus compromiso con Podemos. Necesita el margen adicional de la nueva senda de déficit (que a nivel de la Administración Central son unos 1.200 millones de euros». Pero también cumplir el compromiso que alcanzó con Iglesias: «Está bien que se cumplan los acuerdos. Nosotros exigimos al Gobierno que arrebatar la capacidad ilegítima de veto que tiene el PP en el Senado era una condición de posibilidad para avanzar hacia un acuerdo de Presupuestos», afirmó el líder de Podemos, informa Alexis Romero.
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