El Gobierno habla de una recuperación progresiva de la normalidad pero no compromete plazos

El Ejecutivo achaca a las prisas por un escenario cambiante la falta de interlocución con autonomías y oposición y pide disculpas

La reunión del Consejo de Ministros de este martes, presidida por Pedro Sánchez Efe

Los días que restan hasta el 9 de abril, cuando termina el permiso retribuido diseñado por el Gobierno para poner en pausa la actividad económica, y un poco más hasta la medianoche del 12 de abril van a ser días cruciales. La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha asegurado hoy que la vuelta a la normalidad será "de forma progresiva", pero no ha querido comprometer un calendario ni tampoco confirmar todavía la prórroga del estado de alarma .

En estos momentos entramos en los días de las medidas más drásticas. Y en menos de dos semanas termina el plazo legal del estado de alarma. Y el Gobierno da muestras ya de tener claro que ese estadio excepcional deberá ser prolongado. No obstante, se quieren dejar pasar los días hasta ver el efecto de las nuevas medidas para decidir en qué condiciones se afrontaría la segunda quincena del mes de abril.

Montero ha asegurado que "caminamos en la buena dirección" en lo que se refiere a la estabilización de la curva de contagios. En este punto ha dicho que en unos días podrán tener "más capacidad de predecir" el escenario siguiente al actual. Pero sí ha vuelto a insisitr en la idea de ir retirando medidas progresivamente para que las ya adoptadas "no pierdan efectividad" .

En este sentido, el vicepresidente Iglesias ha defendido la idea de "intensificar" las medidas de confinamiento porque "es lo más eficaz" para salvar vidas. Pero no ha terminado de pronunciarse sobre las medidas de excepcionalidad deben prolongarse o endurecerse. Por su parte, la vicepresidenta Calviño no ha querido contraponer "economía y salud", pero tampoco ha aclarado si sería o no necesario ampliar más allá del 9 de abril la medida del permiso retribuido.

La oposición

Tras las críticas generalizadas de la oposición, pero también de partidos aliados como el PNV o ERC, ha sido el vicepresidente Iglesias quien ha reconocido que "habremos hecho cosas mal y habremos cometido errores". Incluso que en este escenario se podrán seguir cometiendo, pero que en este momento "decisivo" toca " tender la mano a la oposición para que se sumen y aporten sus ideas de forma constructiva".

La portavoz María Jesús Montero ha llegado a pedir "disculpas" por el "ritmo vertiginoso" al que se tienen que afrontar las decisiones. Pero preguntada por si Sánchez tienen intención de estrechar el vínculo con Pablo Casado o con otras formaciones solo ha dicho que cuando deban convalidarse los nuevos decretos se hablará con el resto de partidos por si se pudieran incorporar aspectos a las medidas.

Refiriéndose directamente al PP, Montero ha seguido no obstante la misma estrategia de poner a los de Casado frente al coste que supondría que no apoyasen el decreto aporbado el domingo para reducir la movilidad. Ha considerado la portavoz del Gobierno que "no se entendería" porque el PP exigió endurecer el estado de alarma y que un voto en contra ahora "sería una contradicción" .

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