El Gobierno elige para el CNI a su actual directora interina
Paz Esteban, con una larguísima trayectoria en la Casa, no genera rechazo en la oposición
El Gobierno ha decidido acabar con la etapa de interinidad que se vivía en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) desde la salida de Félix Sanz Roldán, y como informó ABC en su momento ha optado por una mujer —esa era una condición imprescindible para Pedro Sánchez—, y la continuidad en la línea de trabajo marcada por el anterior director, Félix Sanz Roldán. La elegida es Paz Esteban, que ya desempeñaba ese puesto en funciones a plena satisfacción del Ejecutivo, que será nombrada en el Consejo de Ministros del próximo martes.
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La primera idea que se había barajado era la de poner al frente del CNI a una mujer con cierto peso político —la principal candidata era Ana Botella, exsecretaria de Estado de Seguridad y diputada por Valencia—, pero el escándalo originado por el nombramiento de Dolores Delgado como fiscal general del Estado ha aconsejado al Gobierno tomar una decisión mucho más prudente. La solución adoptada no va a provocar tensiones políticas ya que Paz Esteban es una mujer de amplísima trayectoria en los servicios de inteligencia que ha ocupado puestos de máxima responsabilidad en ellos tanto con el PSOE como con el Partido Popular.
En sus puestos
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ya había advertido tras su continuidad en ese departamento que su equipo iba a continuar en sus puestos, y dentro del mismo, lógicamente, Esteban ocupaba un puesto decisivo. Todas las fuentes consultadas destacan de Robles su sentido de Estado y sabía que para ella era muy importante que el nombramiento estuviera exento de polémic a. De hecho, ni en el CNI ni en el PSOE se ha olvidado aún el desastre de la gestión de Alberto Sáiz, un político muy próximo a José Bono en cuya etapa al frente de los servicios de información se sucedieron los escándalos y surgió la sombra de la corrupción.
El grado de descontrol en el CNI, que lo llevó a acaparar grandes espacios en los medios de comunicación, llevó a José Luis Rodríguez Zapatero a volver a elegir a un militar de prestigio para poner orden en la Casa. Fue una de sus decisiones más acertadas, como lo demuestra que Sanz Roldán siguiera en el cargo hasta el mes de julio del año pasado con gobiernos, hay que volver a insistir en ello, de los dos grandes partidos.
La salida del general Roldán y su sustitución de forma interina por Paz Esteban no generó el menor problema en el quehacer diario de los sevicios de inteligencia. Probablemente por eso el Gobierno ha considerado que ha llegado el momento de que sea de nuevo un civil el que se ponga al frente de los mismos.
Resultado excelente
En cuanto a que sea una mujer la nueva directora tampoco debería extrañar, ya que desde hace años el Centro Nacional de Inteligencia ha contado con mujeres para puestos de altísima responsabilidad y siempre han dado un resultado excelente. El mejor ejemplo de ello, pero no el único, es el de la propia Paz Esteban.
En la Casa se ha asistido con tranquilidad, pero con suma atención, la marcha de los acontecimientos. Para el CNI era importante que hubiera un nombramiento en un espacio de tiempo razonable, porque aunque la interinidad no ha provocado disfunción alguna, la opinión generalizada era que no podía mantenerse más. De lo contrario, era más fácil que surgieran maniobras para intentar hacerse con su control, lo que siempre provoca disfunciones.
La figura del director es muy importante, entre otras cosas, para las relaciones con el resto de servicios de inteligencia , especialmente de los países aliados. Es quien está al frente del Centro el que, en buena medida, debe potenciar la confianza y la colaboración con las distintas agencias, porque de ese clima positivo depende que exista un intercambio fluido de información, clave para el buen funcionamiento y la eficacia del CNI.