El Gobierno se defiende ante el cerco de la oposición por Lezo
El PSOE busca la reprobación del Congreso de los Diputados a Rafael Catalá, ministro de Justicia
El PSOE escenificó ayer en el Congreso que su «no» a la moción de censura de Podemos contra Mariano Rajoy no debe entenderse como una connivencia con los populares. En la primera sesión de control desde que estalló el caso Lezo, centró sus esfuerzos en exigir responsabilidades al presidente Rajoy, la dimisión del ministro de Justicia, Rafael Catalá , y del secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto , y lanzó duros ataques contra el fiscal jefe de Anticorrupción, Manuel Moix . Pero el Gobierno, con Rajoy a la cabeza, cerró filas con todos los altos cargos y responsables de la Fiscalía objeto de sospecha. «Un profesional de amplia y exitosa trayectoria que actúa con total independencia y personalidad», puso la mano en el fuego Rajoy por Moix, frente al los embistes de Pablo Iglesias , que también atacó al Gobierno por Lezo.
Respaldo sin fisuras recibió el jefe de Anticorrupción al que el ministro de Justicia, Rafael Catalá, definió como «un magnífico fiscal con acreditadas competencias ». Y el ministro del Interior, José Ignacio Zoido, hizo lo propio con el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto. «Sus explicaciones han sido oportunas, suficientes, exhaustivas y razonables» subrayó, descartando su dimisión.
El portavoz socialista, Antonio Hernando, rescató su perfil más combativo para intentar noquear al presidente de Ejecutivo. « Está acorralado por la corrupción de su partido », le espetó. Rajoy le respondió con tranquilidad anunciando que su plan ante los nuevos escándalos es «mejorar los controles, apoyar a quienes tienen que perseguir la corrupción y endurecer las sanciones». Siguiendo este hilo, le instó a apoyar los nuevos Presupuestos ya que incluyen medidas para fortalecer los medios de la Fiscalía.
Antes, el portavoz socialista redoblaba su ataque advirtiéndole de una inestabilidad institucional sin precedentes si no asume responsabilidades. «No son vistos como luchadores contra la corrupción sino como cómplices. No se da cuenta del daño que hace a España un presidente que tendrá que testificar», abundó en una intervención que Rajoy achacó a la crisis interna del PSOE. «Ya no cuela la teoría del canalla que traiciona su confianza», insistió Hernando, que concluyó: el dicho «el que la hace la paga» ya «no es creíble» en boca de Rajoy.
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, acusó a Moix de dedicarse a « impedir el trabajo de los fiscales », argumento que utilizó para justificar su moción de censura y acusar de nuevo al PP de «parasitar las instituciones». Rajoy contraatacó al pedir a Iglesias respeto para la Justicia y recordarle su propuesta pasada de que los fiscales fueran elegidos entre profesionales «comprometidos con el programa del cambio».
La primera pieza política que la oposición quiere cobrarse por el caso Lezo es el ministro de Justicia. Por su SMS a González en el que deseó que se cerraran «pronto los líos», por los relevos en la Fiscalía y las diferencias de criterio en Anticorrupción. El PSOE anunció una moción de reprobación en el Pleno de la semana próxima. Catalá pidió al PSOE que deje de «intoxicar, destruir y confundir» apoyándose en que «no hay ninguna prueba» contra él.
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